El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha vuelto a dar por hecho este miércoles que Vigo será sede del Mundial 2030, por lo que ha remitido una carta a la Xunta de Galicia y a la Diputación de Pontevedra para que ambas administraciones asuman un tercio del coste que supondrá la ampliación de la grada de Tribuna en Balaídos, necesaria para que el estadio alcance el aforo de 42.000 espectadores que exige la FIFA, y ha advertido al presidente de la Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, ante posibles «louzanadas».
«Cuidadito, cuidadito, cuidadito», ha advertido Caballero a Louzán por si tiene la tentación de retrasar la designación oficial de Balaídos como sede porque, en ese caso, el Concello irá «a los tribunales con mayúsculas».
«Como se retiró Málaga sabemos que estamos dentro salvo que Louzán vuelva a hacer alguna ‘louzanada’ otra vez», ha insistido Caballero, según el cual la obra de Tribuna «está en marcha» y costará entre tres y cinco millones de euros, una cifra sensiblemente inferior a la que dio el pasado marzo cuando habló de más de 40 millones.
«En marcha», dicen fuentes de la oposición a Vigoé, es mucho decir. En realidad, lo único que existe es un anteproyecto. No existe partida presupuestaria, no existe redacción de proyecto y no existe licitación. Eso es algo que ya apuntó la semana pasada el BNG por medio de su portavoz, Xabier Pérez Igrexas, cuando dijo que «Abel Caballero es el arquitecto de Schrödinger», en referencia a la paradoja del físico austriaco-irlandés que ilustra la idea de que, según la mecánica cuántica, un gato podría estar vivo y muerto simultáneamente.
Lo cierto es que hay que retranquear treinta metros la grada de Tribuna, cuya reforma cumple ahora una década. Rehacerla costó en su momento casi siete millones de euros de dinero público e incrementar el aforo de la bancada hasta los 16.000 espectadores, como planea el regidor, supondrá desandar parte del camino andado. Entre otras cosas, habrá que construir dos nuevos colectores de aguas, para lo que el Gobierno necesita el permiso de Aguas de Galicia, que ya ha solicitado, pero del que de momento carece.
Ahora bien, en la zona hay dos parques de tormentas muy importantes, están en la desembocadura de Manuel de Castro y su presencia puede suponer un serio problema, según vaticinan fuentes consultadas por Vigoé que se muestran escépticas antes este proyecto, entre otras cosas porque nadie lo conoce con detalle más allá de las explicaciones que ha ido dando hasta el momento el alcalde. Miembros de la corporación lamentan que el alcalde nunca haya presentado documento alguno a la corporación.
Otra cuestión que no invita al optimismo son los plazos. Por delante quedan menos de cinco años y al menos dos licitaciones. Eso, sin tener en cuenta que en marcha está la construcción de la grada de Gol, y que lo hecho hasta el momento en Balaídos ha llevado nada menos que once años.
En estas circunstancias es en las que Caballero ha remitido una carta a otras administraciones pidiéndoles dinero y en las que ha advertido a Louzán, porque Balaídos, como sucede con otras sedes del Mundial, no tiene ahora los más de 42.000 espectadores que exige la FIFA, pero sí tiene una hoja de ruta para albergarlos en 2030, cuando se dispute el torneo. Eso, claro, si nada se tuerce y todo lo que ha planeado el alcalde avanza como debe.