Una desgracia. Eso parece ser lo único capaz de hacer replantearse a los responsables de la Navidad de Vigo que no se puede tender cableado al buen tuntún, enterrarlo de mala manera en cualquier parte, hacerlo trepar por los árboles de la Alameda sin ningún criterio entendible, dejarlo al aire aunque esté pelado.
Pero eso mismo es lo que pasa en la Plaza de Compostela y que cualquiera puede ver con poner un poco de atención y a pesar de que en las últimas fechas el Concello ha desplegado una suerte de biombo de plástico delante del centro de transformación de Areal. Como si esconder la chapuza fuese a evitar lo que nadie quiere que pase. Un biombo pero ninguna rectificación, como denuncian los vecinos de la zona otra vez, porque esta queja no es nueva.

«Es alucinante y cualquier electricista o ingeniero o alguien que tenga unos conocimientos básicos de electricidad sabe que tal y como está todo eso, pues es una bomba de relojería», explica a Vigoé Alba Novoa, de la Asociación de Vecinos Zona Centro.
La denuncia de esta asociación, idéntica a la del año pasado, ha sido remitida al Concello sin resultado alguno. Pero tampoco han dicho nada ni la antigua Fenosa ni la Consellería de Industria, a las que remitieron sendos escritos. Y en redes sociales, los vecinos se quejan: «La cacharrada navideña de la zona de Plaza de Compostela revela varios problemas de seguridad que deberían ser abordados para cumplir con la normativa»
«Tú ves la tubería por la que va la conexión de todo lo que hay ahí, como la noria, que se engancha directamente al centro de transformación de la calle Areal, no sabemos siquiera si hay contador para facturarles luego la energía. Es escandaloso. A cualquier empresa que intente algo mínimamente parecido, la crujen«, dice Alba, según la cual todo lo que está montado en la Alameda no superaría ni el primer vistazo de una inspección de INdustria, que no se ha hecho.
«No hace falta ser ingeniero ni electricista para ver lo que hay ahí. Basta con las fotos. Es un chapuza. Hay una tubería por la que meten los cables, la pasan por encima de un árbol, la bajan, la entierran y la sacan de nuevo junto al centro de transfromación. Y a eso puede acceder cualquiera. Cualquiera puede acceder y meterle mano», lamenta.
Cables a la vista y sin protección mecánica adecuada que están expuestos a enganchones, cuadros eléctricos sobre madera, cuando debería estar sobre soportes no combustibles y con protección; falta de protección perimetral, por lo que cualquier niño puede acceder; señalización deficiente; cables junto a la vegetación y mal sujetos; cuadros accesibles sin llave, aumentando el riesgo de manipulación; y toma de tierra expuesta y fuera del recinto.
Conclusión, dicen las voces críticas con lo que denominan «auténtica chapuza»: ¿tiene que ocurrir una desgracia para que alguien se responsabilice?
























