El polémico relleno en Beiramar, justo frente al Auditorio Mar de Vigo, y que tantos detractores reunió durante su planteamiento y ejecución, será un espacio «con uso logístico» pero también «para disfrute de los ciudadanos, con el desarrollo de un paseo peatonal al borde del cantil y un carril ciclista que se conectarán con la Avenida Beiramar».
Eso es lo que refleja el proyecto de urbanización de la explanada anexa a la Lonja del Puerto de Vigo, que la Autoridad Portuaria acaba de sacar a licitación por 1.492.132,66 euros (sin IVA) con una plazo de ejecución de ocho meses.
La parcela a urbanizar tiene forma rectangular y una superficie bruta de 7.988 metros cuadrados con una longitud de unos 122,73 metros y una anchura de 58 metros aproximadamente. El ámbito de actuación del proyecto engloba el carril adyacente a la parcela hasta el cerramiento del puerto limítrofe a la Avenida Beiramar. En total, la superficie del ámbito es de 9.147,55 metros cuadrados, que incluye el carril adyacente.
El proyecto contempla la construcción de una red de drenaje, así como de un canal de desagüe para aguas sucias procedentes de la limpieza y evisceración de pescado en la Lonja, la cual que finaliza en una arqueta conectada a la red general de saneamiento.
También contempla una red eléctrica que abastezca de energía a los buques atracados en el puerto mediante la conexión de cinco bloques de suministro de electricidad y agua en el cantil del muelle.
La idea, además, es mejorar las condiciones en las que trabajan los profesionales en la Lonja, de modo que habrá marquesinas y plazas de aparcamiento y espacios a cubierto para que los trabajadores puedan desarrollar su labor bajo techo.
Disfrute ciudadano
Llenar de cemento la ría fue algo muy criticado en su momento por los grupos ecologistas, que trataron de parar la obra, y por el propio alcalde, que temió por las vistas al mar desde la cristalera del Auditorio Mar de Vigo, uno de los grandes encantos de este inmueble.
Pero el proyecto del Puerto no amenaza excesivamente la visión del mar, entre otras cosas porque está pensado para que el ciudadano entre en contacto con él, ya que podrá realizar un giro de 90 grados si circula por el carril bici o peatonal que une Praza da Estrela con Bouzas, hasta llegar a lo que será una suerte de mirador a la ría.