Poco acostumbrados a este calor, sobre todo en mes de agosto donde las nieblas suelen restar grados al termómetro, los vigueses dejaron prácticamente desiertas las calles, refugiándose en sus casas y, sobre todo, en las playas de la ciudad y de los alrededores. El puente de Rande, como suele ser habitual, registró colas en sentido hacia el Morrazo desde media mañana y en el regreso de las playas a última hora de la tarde si bien muchos alargaron la jornada en los arenales hasta que oscureció ya que a las 22 horas la temperatura continuaba rozando los 32 grados.
La alerta amarilla continuará este lunes con previsión de temperaturas de una mínima de 22 y máxima de 34 grados, ligeramente inferiores que este domingo para seguir bajando, ya de forma moderada, a medida que avance la semana aunque el mercurio seguirá tonteando con los treinta grados al menos hasta el próximo lunes, día 15, según Meteogalicia. Las mínimas, eso sí, darán un respiro y a partir del miércoles bajarán hasta los 15 grados.
Temperatura de récord
La temperatura de este domingo ha sido de récord, superando los 33,2 grados que se registraron el 24 de julio. Es la mayor del año y también la más elevada desde 2013, un año histórico con máximas de 36,1, 36,2 y 37,5 los días 5, 6 y 7 de julio.
Los 35,9 grados también se alcanzaron un 25 de junio de 2011 por lo que la jornada de este 7 de agosto es la quinta más calurosa de los últimos seis años en los que Meteogalicia ha registrado datos de la estación meteorológica de Vigo.
Los 35 grados se superaron en otras cuatro ocasiones, en dos jornadas consecutivas en julio de 2010 (27 y 28 con 35,3 y 35,5 grados), el 31 de agosto de ese año, también con 35,6 y el 26 de junio de 2012, con 35,5 grados.