Según ha informado la firma a través de un comunicado, tras esta operación -y con cinco marcas de automóviles complementarias y bien posicionadas- el grupo “reforzará su presencia en los principales mercados europeos”. Esta ampliación de su base contribuirá asimismo a su crecimiento a escala internacional.
Así, Opel y Vauxhall inician desde ahora la construcción de un plan estratégico con el apoyo de PSA, cuyo objetivo será restablecer sus bases económicas. Los equipos de las dos marcas presentarán este plan dentro de cien días y asegurarán su puesta en marcha aprovechando las sinergias generadas por esta asociación, que se han calculado en cerca de 1.700 millones de euros anuales.
En el marco de los retos que se abren para el Grupo PSA, el Consejo de Vigilancia estima necesaria su participación en la recuperación de Opel “en unas condiciones que se anunciarán con posterioridad”.
En paralelo a esta operación, la compra de las operaciones europeas de GM Financial sigue su curso sometida a la validación de diferentes instancias reglamentarias y finalizará en el segundo semestre de 2017.
El presidente del Directorio del Grupo PSA, Carlos Tavares, ha destacado que la compañía abre de esta manera “una nueva fase del desarrollo” y ha confiado en que la compañía sabrá “aprovechar la oportunidad que se nos brinda de reforzarnos mutuamente y de conquistar nuevos clientes”.