Cada vez son más las promotoras inmobiliarias que ponen a la venta espectaculares propiedades que están llamadas a ser de lujo y exclusivas, sobre todo por los precios marcados, que no están al alcance de todos los bolsillos.
Los últimos estudios realizados sobre el mercado inmobiliario marcan esta tendencia apuntando a un comprador extranjero como principal perfil para hacerse con alguna de las propiedades más caras para residir. Vigo y A Coruña son líderes en tener los precios más elevados de Galicia por metro cuadrado, con un coste medio que supera los 2.900 euros en ambas ciudades.
Sin embargo, en el área de Vigo, y más concretamente en los concellos del Val Miñor y del litoral atlántico, la cosa no es muy distinta. Y es que la costa de Oia se está revalorizando cada vez más con importantes residencias pero también con una oferta hotelera de primer nivel.
Al ya más que conocido Talaso Atlántico se acaba de sumar hace pocos meses el nuevo hotel del Faro de Cabo Silleiro, ampliando así la capacidad para los turistas pero también poniendo el foco en una envidiable zona para adquirir una propiedad.
Es el caso de la nueva oportunidad que ya está a la venta en Oia, a pocos metros precisamente de Cabo Silleiro. Un espectacular chalet construido en el año 1972 que se encuentra a los pies del Océano Atlántico bañándose en su costa y en sus rocas.
«Vistas infinitas entre el mar y la montaña, en un entorno natural único entre el océano y la sierra». Así es como describe la inmobiliaria 247 Real Estate esta «elegante propiedad» que se vende por 1,1 millones de euros. «La combinación perfecta entre tranquilidad, paisaje y funcionalidad», destacan.
El anuncio informa que a pesar de tener más de 50 años de antigüedad y situarse al lado del océano se encuentra «en buen estado» y está lista «para entrar a vivir».
Divida en tres niveles, la parcela cuenta con una finca de 2.433 m² mientras que la edificación principal alcanza los 369 m² construidos. Dispone de 6 habitaciones, 5 baños e incluye un apartamento independiente que califican de «ideal» para invitados, familiares o alquiler vacacional.
La vivienda tiene calefacción de gasoil, increíbles vistas abiertas tanto al mar como a la montaña así como una ubicación «que garantiza privacidad sin renunciar a las conexiones».