La acción se produjo en el momento de cantar el himno cuando uno de los miembros de seguridad de Balaídos observo la bufanda en el aire en la grada de Río Bajo. Entonces llamó al aficionado, que permaneció en su lugar, y bajó hasta el lugar en el que permanecía sentado el abonado. Varias de las personas que estaban en la zona trataron de oponerse a la actuación del miembro de seguridad que llegó a argumentar que estaba cometiendo «un acto de exaltación del terrorismo».
La bufanda es una prenda de los años 80 originaria de la agrupación Celtarras, probablemente cuando el aficionado expulsado ayer comenzó a acudir a Balaídos. Ahora situado en Río Bajo, José lleva 30 años como abonado y durante todo este tiempo acudió a la grada del campo de fútbol vigués con la prenda. Nunca tuvo el menor problema salvo en el partido de ayer ante el Villarreal cuando un guardia de seguridad entendió que aquella vieja bufanda no era correcta.
El incidente finalizó con la expulsión del seguidor y la retirada del carnet de abonado. No obstante, la bufanda sigue en su poder porque, tras la aparición de la seguridad privada, procedió a dársela a su esposa, que lo acompañaba en la grada. Así, la histórica prendaquedo a salvo aunque no está claro si volverá al campo en breve por la retirada del carnet que pacede el aficionado céltico.
Tumulto en la grada
El incidente se produjo en Río Bajo, en una zona tranquila y alejada de posibles aficionados radicales. Además, varios testigos presenciales se quejaron de la actuación de la seguridad privada del campo. Según su relato, el integrante de este colectivo amenzado con sacar la porra para golpear a los que protestaron por la medida tomada e, incluso, otro aficionado del lugar sufrió una caída por las escaleras debido al tumulto y los empujones generados en la zona.