Miles de personas -entre 35.000 y 40.000 según la Policía Local- dieron así su apoyo a los jefes de servicio de los centros de salud de Vigo que dimitieron de golpe ante la falta de personal que sufren en la Atención Primaria y ante los contratos “precarios” que les ofrece el Sergas.
La marea humana que recorrió la ciudad entre Pizarro y la farola de Urzaiz también arropó así a los trabajadores de los Puntos de Atención Continuada (PAC), que llevan meses quejándose de la carencia de recursos humanos, tanto en Vigo como en los centro de urgencias del área metropolitana.
La Xunta fue el objeto de las críticas de los manifestantes. “Feijóo, atende, a Primaria non se vende” o “Conselleiro, escoita, os PAC están en loita” se unieron a las consignas de los asistentes. Los representantes del PP no acudieron a la marcha pero sí estaban los del PSOE, Marea de Vigo, BNG o Ciudadanos. “Goberne quen goberne, a sanidade non se vende”, gritaron los participantes en la marcha por si era necesario que todos los políticos tuvieran claro el mensaje.
La movilización tuvo tal poder de convocatoria que la cola de la manifestación tardó mucho en salir. Lo hizo, además, a paso lento pero por si cabía alguna duda las estampas que dejaron la Gran Vía y Urzaiz, llenas de principio a fin, las despejaban todas y confirmaban la gran afluencia de gente que respondió a la llamada de los profesionales sanitarios de Vigo. Hay que recordar que muchos procedían no sólo de la ciudad olívica, sino de muchos municipios de la comarca. Los últimos en llegar a la farola de Urzaiz lo hicieron poco después de las 21.30 horas.
Al respecto, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se mostró contrario a esta protesta antes de su celebración al verle connotaciones “políticas”. Desde el Sergas, se ha apelado al trabajo conjunto y a las mesas abiertas para buscar soluciones a un problema que reconocen. Una postura que parecía resonar en la marcha: “Non máis reunións, dimisións”, exigían.