Con respecto al agua, la actuación más importante llevada a cabo por la dirección técnica ha sido la sustitución de los dos antiguos equipos de frío instalados en la cubierta del hospital por un innovador equipo de alta eficiencia. Operativo desde finales de 2017, ha permitido alcanzar un ahorro de agua cercano al 25 por ciento, además de ser una tecnología respetuosa con el medio ambiente que recorta significativamente las emisiones. A ello habría que sumarle el 10% de eficiencia en el consumo de agua con la sustitución de los grifos y cisternas del hospital por unos mecanismos temporizados y de caudal reducido.
El nuevo equipo de frío también optimiza la factura eléctrica, con una reducción anual del 7 por ciento en todo el hospital, un porcentaje que alcanza el 15 por ciento a través de otras medidas como la instalación progresiva de iluminación LED -ya completada en el 70% del hospital y en el 100% de las zonas comunes- o la modernización de los montacargas.
El consumo de gas natural, por su parte, se ha reducido en un 30 por ciento en los últimos cuatro años. Para ello, una de las dos actuaciones que se han llevado a cabo ha sido la sustitución de la caldera de vapor por una de mayor rendimiento y menor capacidad adecuada al consumo actual del hospital. También se ha renovado, con la ayuda del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), el sistema de generación y distribución de agua caliente sanitaria y calefacción (ACS).
El objetivo del plan de sostenibilidad medioambiental y eficiencia energética para 2024 es reducir a la mitad el consumo de agua respecto a 2015 y disminuir en un 30 y 35 por ciento, respectivamente, el de electricidad y gas natural.