por una «fotoprotección integral» como medida más saludable de cara al verano, una medida que es mucho más amplia que las cremas solares ya que incluye, además, el uso de prendas de vestir adecuadas, vitaminas y una dieta rica en antioxidantes, previniendo los efecto adversos también desde el interior del cuerpo.La dermatóloga Cristina de Daniel Rodríguez señala que «uno de cada tres cánceres detectados en el mundo, son de piel»; y recuerda que, diagnosticado a tiempo, este tipo de tumores ofrece un buen diagnóstico.
Está más que demostrado el efecto de la radiación social sobre la piel, y es bien sabido que favorece la aparición de cáncer de piel y el fotoenvejecimiento. «Para prevenir estos efectos adversos, es importante mantener unos buenos hábitos de fotoprotección» asegura la Dra. Cristina de Daniel Rodríguez, dermatóloga del Hospital Vithas Fátima, que añade que «para una protección más completa, además de aplicar un fotoprotector solar a nivel tópico, es importante prevenir los daños solares también desde el interior».
Para ello, es necesario el aporte de antioxidantes a través de la dieta, para ayudar a reponer la cantidad perdida y prevenir el daño oxidativo. Existen, también, varios antioxidantes exógenos de diferentes orígenes, sobre todo plantas, que además poseen propiedades antiinflamatorias y pueden utilizarse para el tratamiento y prevención del daño oxidativo. Es el caso del polypodium leucotomos, té verde, extracto de vitis vinífera (uva) o los carotenoides con efecto antioxidante indirecto.
Por otra parte, la dermatóloga del Hospital Vithas Fátima advierte que los fotoprotectores orales o sistémicos, se deben usar de forma complementaria a los fotoprotectores tópicos, y no como un sustitutivo de estos.
Fotoprotección integral
Con esta base, la Dra. De Daniel Rodríguez pone sobre la mesa el concepto de fotoprotección integral, que es mucho más extenso que una única medida de prevención, y hace referencia a una protección física, tópica, y oral.
Por protección física, los dermatólogos entienden el uso de ropa adecuada, utilizando complementos como gorras y gafas de sol. Las prendas deben de permitir la transpiración natural. Los colores cálidos repelen el calor, mientras que los oscuros lo absorben.
En la fotoprotección tópica se incluye toda la gama de cremas con filtros de protección ante las radiaciones solares. Está demostrado que el uso de fotoprotectores en áreas fotoexpuestas en los primeros 20 años reduce un 85 por ciento el riesgo de padecer cáncer de piel. Existen dos tipos de cremas: los fotoprotectores físicos o inorgánicos, que actúan como reflexión y dispersión, y tienen una alta seguridad, pero menor cosmeticidad (no son tan agradables a la piel); y los químicos que actúan absorbiendo la radiación y tienen una alta cosmeticidad, pero riesgo de producir toxicidad y alergias.
La fotoprotección oral consiste en el uso de antioxidantes como complemento a la fotoprotección tópica y permite una mayor protección frente a las radiaciones ultravioletas.
Cáncer de piel
Según la Dra. Cristina de Daniel, «la radiación ultravioleta es responsable del 99 por ciento de cáncer cutáneo no melanoma y de más del 65 por ciento de los melanomas». Un tercio de los cánceres diagnosticados en el mundo son de piel. «En España, la incidencia del cáncer de piel ha aumentado un 38 por ciento en los últimos cuatro años», asegura la dermatóloga de Vithas Fátima.
Hay que tener igualmente en cuenta que hay un dos por ciento de radiación ultravioleta que inevitablemente llegará a la piel, «y eso suponiendo que usemos el fotoprotector 50 de un modo perfecto, es decir, aplicándolo por toda la superficie de la piel en las cantidades adecuadas».
Los estudios científicos demuestran que para obtener el 98 por ciento de protección con una crema con SPF 50+ «se debe aplicar 2 miligramos de fotoprotector por centímetro cuadrado de piel, y casi nadie cumple estas proporciones».
En los casos en los que se detecte unos niveles bajos de vitamina D, y siempre que el aporte a través de la dieta no sea suficiente, es aconsejable tomar vitamina D por vía oral, sin necesidad de exponerse a sufrir un cáncer de piel en el futuro; ya que, «está demostrado que, en la latitud en la que se encuentra España, con exponerse entre tres y ocho minutos al día un 25 por ciento de la piel, sería suficiente para sintetizar 400 unidades de vitamina D», afirma De Daniel Rodríguez. «Evidentemente, aun usando cremas de protección, en verano «conseguimos esta cantidad porque pasamos mucho más tiempo al aire libre que el resto del año», advierte la dermatóloga del hospital vigués de Vithas.