La Panificadora de Vigo sigue desmoronándose sin que las autoridades hagan nada para evitarlo. Muchas palabras, muchos proyectos, muchas intenciones…, que si los tiempos, que si los permisos, que si aquellos son los que tienen la culpa, etc., etc.
Así las cosas, la Panificadora continúa su curso camino del desastre. Esta fotografía ha sido tomada hace tan solo unos días desde la Avenida das Camelias y comparada con otras de años anteriores acusa el paso del tiempo con nuevos desperfectos que se suman a la totalidad.
Lo cierto es que la ciudad de Vigo lleva décadas —insistimos en décadas— con esta imagen preciosa en su conjunto para quien no conozca el asunto, pero realmente penosa y vergonzosa en cuanto a lo que representa: una descomposición de la historia de la ciudad y de su patrimonio, siquiera su patrimonio popular, que es el que también aprecia la ciudadanía.
Incluso se puede llegar a pensar en la pretensión de que llegue a ser irrecuperable y entonces termine convirtiéndose en un conjunto arquitectónico que nada tenga que ver con la arquitectura industrial de Vigo y alrededores. Y así, una vez irrecuperable, ya se puede hacer lo que se le antoje al que manda.























