No hay diario, radio o tv que estos días no hablen de lo mismo, y es de un noble oficio del que nos acordamos cuando en casa tenemos problemas con el agua, ya sea por exceso o por escasez.
Todos llevamos mal cuando nos cortan el agua por algún motivo, y antes tenemos que hacer acopio del noble elemento en todo tipo de recipientes. Pero peor es el exceso cuando hay una fuga de una planta superior a nuestra vivienda y se nos inunda la casa. Es un problema muy serio.
Hace muchos años en las series USA, dobladas en Puerto Rico, usaban el término «plomero» en lugar de fontanero, y nos hacía gracia. Eso viene de cuando antiguamente las cañerías eran de plomo. Bueno pues consulten Vds. la prensa y no verán más que noticias donde se menciona al noble oficio de la fontanería.
Y no lo puedo entender. ¿Pero tanta avería de agua hay en nuestros ministerios? Si las conducciones tienen muchos años y dan tantos problemas que aporten una partida para «cambio de instalación y conducción de agua». Pero está claro que una administración inundada terminará por ahogarse.
Pero por otra parte, si se habla tanto del tema podría ser que la próxima desgracia que nos afecte (una más) debería ser una gran inundación de todo este país (llamado España). Pero a mi ahora no me pillan, ya me compré unas botas de pescador que llegan hasta el pecho, y le echado el ojo a una piragua amarilla con muy buena pinta. Estaré más que preparado.
Para terminar y no es por pensar mal, pero si todo el tiempo nos están hablando de «un fontanero que trabajó para noséquien» y «la fontanera Fulanita que hizo no sé lo qué», ¿no será que este país está haciendo aguas?