Estimada Luisa, me llamo Xoán y soy de Vigo, de toda la viga (perdón), de toda la vida. Vivo en la ciudad del Viva Vigo del avigo Caballero. El que gobierna -a su juicio- la mejor City del mundo, que lo es porque él manda y él lo dice y lo rapea o trapea si hace falta y tiene risas y sonrisas para unos y desprecios y desaires para otros. Aquí vivo yo, entre luces y sombras todo el año, salvo en Navigodad que todo es luz y color, Marisol dixit.
Pero yo no quiero hablar hoy del alcalde, y muchos menos criticarle o enjuiciar su gestión, que sería muy fácil, pero solo serviría para cargar de razones a sus detractores o haters y reafirmar los apoyos de sus votantes fieles y admiradores incondicionales. Dejémoslo ahora pues, por ejemplo, parado en una rampa de la ciudad con sus dedos en “V” o inaugurando una manada de renos led desbocados.
Luisa, hoy quiero hablar de ti, de lo que creo que inspiras. Te conozco hace poco y poco, como muchos reconocerán también. Pero me causas buenas sensaciones. Como dirían en First Days, contigo por fin siento las mariposas en el estómago, políticamente hablando. Has asumido un reto difícil, si se trata de recuperar terreno Popular en Vigo, o casi imposible si el objetivo es liderar el gobierno municipal a muy corto plazo. Otros y otras lo han intentado antes, pero no dieron con la tecla ni mucho menos con el talante.
Desde luego, capacidad de trabajo y compromiso no te falta –salta a la vista-, ni te sobra tiempo para otra cosa que no sea cumplir con tu objetivo. Lo dijiste desde el primer minuto de tu designación y no resultó una frase hecha. Pero Luisa, pon también pausa aunque la gente tenga prisa, que tu calidad humana debe destacar por encima de la cantidad de actos e intervenciones en los que te esperan. La ansiedad de algunos provoca nervios. Dosifica, Para disfrutar también de lo que estás haciendo y transmitirlo a los demás. Porque como diría Rajoy “gobernar no es fácil, gobernar es muy difícil”. No digamos ya intentar gobernar.
Partidos aparte, a salvo de correligionarios incondicionales, lo que la mayoría de las personas queremos es un líder que asuma y sume. Con un discurso amable y un tono conciliador pero firme cuando debe serlo. No la bronca por la bronca ni el reproche caprichoso o ruin. Te conozco poco, sí, pero tú música suena bien, tiene esta melodía. Luisa, pareces una persona normal en tiempos dónde lo normal es extraordinario, inspiras confianza y respeto y te deseo suerte en el camino de baldosas amarillas al Concello, aunque más confío en el trabajo que en la suerte.
No te faltará el talante, seguro que no, que es parte de la personalidad. Continúa exponiendo tus argumentos desde la afabilidad y la sonrisa y verás como en Vigo mucha gente tendrá Philips contigo. Ya luego el alcalde o la alcaldesa será el que quiere que sean los vecinos el alcalde. Más claro, agua.





















