Al Sr. Gómez le contestaron en su partido que muchas gracias por la información y en las siguientes elecciones al parlamento madrileño éste ya no figuró en las listas electorales.
Este comportamiento es típico en la mayoría de partidos políticos españoles en estos cuarenta años de democracia ya que han habido otros ejemplos similares en otros que no son el Partido Popular.
Desde los propios partidos nos quieren convencer de que «los casos de corrupción son casos aislados». Nada más lejos de la realidad, el sistema político español está enfocado a que todos los días en cualquier administración española se produzcan estos hechos.
Ya que casi todos (concederemos el beneficio de la duda) los partidos políticos españoles funcionan de esta manera, las corruptelas salen a la luz desde el propio partido cuando alguien se quiere cobrar algún agravio sufrido y filtra el correspondiente dossier al periodista amigo.
Es muy difícil que sean los políticos que se benefician de este sistema quienes vayan a cambiarlo, porque una gran mayoría de nuestros representantes se creen con derecho a obtener sobres, sobornos, coimas o cohechos para que cuando se vean obligados a abandonar la política tengan un placentero retiro.
Por todo ello los ciudadanos lo único que podemos es «hacer ruido» e intentar denunciar todos los casos que lleguen a nuestros oídos.
O eso o el derecho al pataleo.
