Por Irene Martínez Álvarez.
Soy ciudadana de Vigo desde mi nacimiento, y me gustaría reflexionar sobre la problemática de la subida de los precios de los alquileres como consecuencia de las viviendas de uso turístico: desde 2018 se han creado más de 2.000 pisos turísticos y las exigencias de acceso por parte de los propietarios no han parado de aumentar, al igual que el precio de los alquileres.
Si bien es innegable que el turismo es un sector en crecimiento en Vigo que está impulsando la economía local generando ingresos directos a diversas industrias, ¿se debería permitir que familias trabajadoras se vieran obligadas a abandonar su hogar y su ciudad como resultado del creciente sector turístico?
Estos beneficios económicos conllevan el impedimento del acceso de la mayoría social a la vivienda digna, privándoles de un derecho básico.
Como estudiante que próximamente se incorporará al mercado laboral y con intención de seguir residiendo en la ciudad, esta problemática me afecta directamente, al igual que a muchos jóvenes que se iniciarán profesionalmente en los siguientes años y se encontrarán con muchas dificultades a la hora de encontrar vivienda.
Sin duda se deben tomar medidas a corto plazo ante la gravedad de la situación para frenar de una vez el desmesurado aumento de precios respecto al alquiler, garantizando así que la ciudad siga siendo un lugar habitable para todos sus ciudadanos y solventar así esta «crisis habitacional» en la que nos encontramos a día de hoy.