El que la sigue la consigue. Y si no que se lo digan a los vigueses Pablo Cabello y Javier Lago tras lograr este sábado su primer título absoluto de la clase Vaurien. Habían sido subcampeones y también terceros, incluso campeones del mundo junior, pero el título continental absoluto se les resistía.
Hasta esta semana, cuando la tripulación del Real Club Náutico de Vigo firmó una competición inmaculada en la localidad polaca de Gudowo. Dos primeros puestos parciales, dos segundos, cuatro terceros y dos quintos les valieron para superar a los italianos Olmo Cerri-Elisa Gesses y Marco Faccenda-Alessio Francia, segundos y terceros en la clasificación general, respectivamente.
El mérito de los vigueses, patrocinados por Castilla y León, es todavía mayor después de competir con un barco construido con sus propias manos en Cangas. Cabello y Lago navegaron en un prototipo de fibra que ellos mismos construyeron y botaron en la Ría de Vigo este año.
«Estoy feliz, feliz después de tantos años intentándolo, y agotado, exhausto», señaló Pablo Cabello, vigués de 40 años, en declaraciones a José Cigarrán, del programa Mundo Náutica. El patrón, formado en la cantera del Náutico al igual que su tripulante, explicó que en la última jornada partían con un solo punto de ventaja sobre la embarcación italiana.
«Teníamos el descarte a nuestro favor, pero sabíamos que iba a ser muy complicado y al final nos salido todo a la perfección», añadió. El título absoluto se completó con el Máster (mayores de 40 años) en el que arrasaron a sus rivales tras lograr diez primeros puestos.
Además, el resto de la representación española también obtuvo excelentes resultados, con el sexto puesto y título juvenil para Tirso Cerqueira y Gonzalo Martínez, del Club Marítimo de Canido, y el décimo de Antonio Pérez y Laura Llópiz, del Real Club Náutico de Vigo. En categoría femenina, Paula y Andrea González, también del Náutico vigués, se proclamaron subcampeonas.