La clásica y emblemática Fígaro, o como se le denomina oficialmente La Solitaire du Figaro, lució este domingo a lo largo y ancho de la Ría de Vigo. Pocos espectáculos deportivos tienen la capacidad de brillar tanto como la náutica deportiva. Y la tarde de este 21 de septiembre se recordará como una estampa única en las aguas viguesas. En una ciudad en la que los eventos internacionales deportivos han desaparecido -con la excepción de O Mariquiño-, Vigo pudo presumir de nuevo de su capacidad organizativa.
Pasadas las 18:00 horas, los jóvenes navegantes solitarios cruzaban Cabo Home. Fue la última imagen que dejaron tras dos intensos días en la ciudad. La meteorología quiso que llegasen a Vigo la noche del viernes. Todo estaba previsto para recibirlos dos días antes, pero el mar muy pocas veces admite certezas horarias.
Como compensación al retraso, el puerto ofreció sus mejores galas durante el fin de semana. Los 34 barcos que compiten en la prestigiosa prueba, cuna de los grandes navegantes franceses, lucieron en todo su esplendor. La dársena de Portocultura fue un hervidero de curiosos que quisieron apreciar los avances de la tercera edición del diseño Figaro de Beneteau.
A las tres de la tarde, todos los participantes dejaron los pantalanes para situarse en la línea de salida. Fue una gran jornada náutica, con seguimiento masivo de embarcaciones privadas. Con la salida montada al pie de A Guía, la ciudad se convirtió en un gran mirador. Cientos de personas siguieron la prueba desde el puerto, el Paseo de Alfonso y O Castro. Pero también al otro lado de la ría, desde Moaña, Cangas y Cabo Home. Todo un espectáculo.
Fígaro desde el escenario natural de la ría de Vigo
El viento les devolvió a los navegantes lo que les había negado el pasado viernes cuando cruzaron Fisterra en dirección a Vigo. Este domingo, con un norte entablado de más de 15 nudos y tras una salida en falso con llamada general, los Fígaro volaron. Su recorrido de 13 millas -con balizas en Cangas, puerto de Vigo y Guixar- ofreció una panorámica única.
Ahora, todos ellos deberán ascender de nuevo por la costa atlántica gallega rumbo a Saint-Vaast-la-Hougue. Será una tercera etapa de 612 millas plagada de trampas desde Finisterre al golfo de Vizcaya y las corrientes del canal de la Mancha.
Loison, rey provisional
Con Aleix Loison al frente del general tras dos etapas, la Solitaire entra en su clímax. En la clasificación, Charlotte Yven está a solo 43 minutos del líder. Por detrás, Arno Biston, a más de una hora. El ganador de la etapa con final en Vigo, el debutante Hugo Cardon, es sexto a más de hora y media.
Las espadas están en todo lo alto y las condiciones que se encontrarán hasta Normandía definirán al vencedor. En Vigo, donde la ría despidió a los solitarios con el puente de Rande y las Cíes como centinelas, la regata deja un poso difícil de olvidar. La ciudad recuperó su carácter deportivo internacional durante dos días y la ocasión no debería dejarse pasar… otra vez.