La vela española ha celebrado su gran noche en el Monte Real Club de Yates de Baiona, en el marco del 40º Trofeo Príncipe de Asturias. La entrega de los Premios Nacionales de Vela Terras Gauda reunió a la élite del deporte náutico, personalidades y autoridades en una gala que fue un emotivo tributo a la excelencia y el esfuerzo. Un ambiente de celebración y reconocimiento inundó el club en una velada que confirmó a Galicia como un epicentro de la vela.
Un reconocimiento a las figuras más destacadas
Uno de los momentos más aplaudidos de la noche fue el reconocimiento a Álex Pella como mejor regatista oceánico. El navegante barcelonés sumó su cuarto Premio Nacional de Vela tras una impresionante temporada en la que lideró el proyecto sostenible Desafío Victoria, batiendo tres récords mundiales. Pella, ausente por compromisos deportivos, estuvo representado por sus padres, Ignacio Pella y Christine Valette, que recogieron la distinción en su nombre.
En la categoría de mejor equipo preolímpico, el galardón recayó en los campeones del mundo y de Europa de la clase 470 mixto, Jordi Xammar y Marta Cardona. Cardona fue la encargada de recoger el premio, y subrayó que el reconocimiento simboliza «el esfuerzo compartido y el camino recorrido» para consolidarse como referentes de la vela olímpica. Por su parte, el grancanario Javier Padrón fue distinguido como mejor patrón de monotipos, tras conseguir su tercer título mundial consecutivo de J80. Padrón, que viajó desde Canarias, agradeció el galardón a todos los equipos y armadores con los que ha colaborado.
Una noche para celebrar la trayectoria
La gala también reconoció la labor de la divulgación. El Premio Mariano Aguado de Comunicación fue para el Sail in Festival, un certamen que desde 2014 ha logrado acercar la cultura de la vela a la sociedad a través del cine. Sus creadores, Urtzi Sagarribay y Alex Quintana, recibieron el premio visiblemente emocionados.
El momento más emotivo de la noche llegó con el homenaje a Fernando Echávarri. El campeón olímpico en Pekín 2008 fue reconocido con el premio a la trayectoria deportiva. Con más de tres décadas en la élite, Echávarri destacó que «el esfuerzo, el sacrificio y el equipo» han sido las claves de su carrera, y dedicó el galardón a su familia y a Galicia, la tierra donde, según sus propias palabras, «se gestó mi camino en la vela».
La velada, que contó con la presencia de autoridades como el presidente del Monte Real Club de Yates, José Luis Álvarez, y la vicepresidenta de la Deputación de Pontevedra, Luisa Sánchez, concluyó con la tradicional foto de familia de los premiados y una exhibición de fuegos artificiales, poniendo un broche de oro a una noche que volvió a situar a Baiona como capital de la vela española.