Sin embargo, lo triste es que la muerte sí viaja con todos nosotros cada vez que nos ponemos al volante o subimos a un coche. Ya sea por nuestras imprudencia o por las de los demás. En muchos accidentes tiene al culpa el alcohol, las drogas, o incluso la adicción al teléfono y en particular al whatsapp. Los coches modernos lo ponen aún más fácil porque permiten la comunicación directa con whatsapp a través de la pantalla del salpicadero, aunque se puede desconectar opcionalmente. Un grave error de los fabricantes y de las autoridades que permiten esta conexión, puesto que la distracción es continua y muchas personas desconocen cómo desconectarlo. En efecto, la muerte sí viaja con nosotros, pero podemos mantenerla distante si tomamos conciencia de estos peligros que muchas personas siguen considerando nimiedades hasta que la sangre del accidente les salpica.