La planta permite que el agua de la Ría alcance los requisitos de calidad tanto para el baño como para la cría de moluscos. Se cumple así toda la normativa autonómica, estatal y europea en esta materia. Es un ejemplo de colaboración entre administraciones, que asumieron una inversión total de 208 millones de euros, de los cuales la Xunta de Galicia aporta el 43,5% del coste final.
Es la depuradora con mayor capacidad de Galicia, pudiendo llegar a depurar el equivalente a las aguas residuales producidas por 800.000 habitantes, es decir tiene capacidad para 2,5 veces la población actual.
Esto quiere decir que la nueva EDAR permite tratar en tiempo de lluvia hasta 12.000 litros/segundo, 4 veces más que la antigua depuradora. En esos momentos la nueva planta será capaz de depurar el volumen de agua equivalente al contenido en una piscina olímpica, cada 3 minutos y medio.
Gracias a la compacidad del sistema de biofiltración utilizado en el tratamiento biológico, el 45 % del proceso se realiza de forma soterrada, reduciendo olores e impacto visual fuera de la planta.
La desinfección por radiación ultravioleta permite la eliminación de los microorganismos perjudiciales para la salud de organismos. El tratamiento de los lodos de depuración mediante una de las técnicas más avanzadas de Europa (hidrólisis térmica) incrementa la producción de biogás mejorando la eficiencia energética de la instalación.
El sistema de depuración cuenta además con un emisario submarino de 3,8 km de longitud construídos en dos tramos, uno terrestre de 776 metros y uno submario de 3 km. Más de 60 boquillas colocadas en los últimos 300 metros permiten la difusión total del vertido depurado en la Ría.
Integración en el entorno
El diseño de las edificaciones presentes en la instalación busca la integración de las mismas dentro del entorno que rodea a la EDAR mediante el empleo de materiales y colores neutros y la adopción de formas puras que no distorsionen, en la medida de lo posible, la belleza natural del entorno en el que se ubica la nueva depuradora. A este hecho contribuye de modo significativo el hecho de ubicar en un recinto subterráneo gran parte de las instalaciones, de modo que su cubierta forme parte del área ajardinada del recinto de la EDAR situada en la parte más cercana a la marisma del río Lagares.