Preocupados por la procedencia de los sonidos, alertaron al cuerpo municipal, que trasladó al lugar una patrulla que constató que se trataba de cuatro cachorros de perro, sin poder precisar la raza.
La unidad trasladó a los canes a la Jefatura para entregarlos en alguna clínica veterinaria de guardia. Posteriormente, tras ser explorados por profesionales, fueron llevados a la protectora de animales.
Doce horas después, en torno a las 21.10 horas, la Guardia Civil se puso en contacto con la Policía Local para informar de que en las proximidades de la Comandancia, en la zona del Areal, había un trasportín en cuyo interior se encontraban abandonados cuatro perros de raza podencos de un mes de edad. Esta vez se hizo cargo de ellos el lacero, que los trasladó al refugio municipal.