Los hechos tuvieron lugar este lunes a las 11:30 horas, cuando la Unidad Medioambiental de Intervención Rural (UMIR) acudió a la Gran Vía debido al requerimiento de un ciudadano, que denunciaba que había un perro atado a la barandilla de las escaleras que bajan desde Gran Vía al Camiño de Rioboo.
Según indicó, llevaba en el lugar más de una hora a pleno sol, por lo que los agentes verificaron su estado, concluyendo que el animal se encontraba bien. El can portaba un microchip, con el que se tuvo acceso tanto al nombre del perro, llamado ‘Ron”, como al de su propietario, con el que se intentó contactar telefónicamente sin éxito.
La policía intentó localizarlo en su domicilio pero tampoco lo logró, ante lo cual finalmente trasladó al animal a la protectora de animales.
No obstante, la UMIR no descarta emprender otras acciones por si existiese un presunto delito de abandono.