La entidad, que no cuenta con subvenciones de ninguna clase, se encuentra inmersa en un expediente de regulación de empleo y este mes ha tenido que prescindir también de los servicios del director botánico, Oliver Weiss, una de las figuras más importantes para el jardín y quien promovió el nenúfar gigante que florece dos veces al año. «Es otro de los precios que hemos tenido que pagar por la crítica situación financiera a la que se enfrenta la Fundación ya que contar con un director botánico en residencia es uno de esos lujos que hoy en día no nos podemos permitir», señala la Fundación, emplazada en la Avenida de Europa, a través de un comunicado en su página web.
En éste, agradece el trabajo de Weiss durante los últimos cuatro años y abre la puerta con un «de momento» a que una vez que se superen los escollos económicos actuales puedan volver a contar con los servicios del que fue el «padre» del «nenúfar Victoria Cruziana ya que fue él quien ubicó a Vigo y a la Fundación Sales en el mapa penínsular como el único jardín botánico en lograr la reproducción de este exótico ejemplar». Bajo estas líneas, Oliver sienta a una niña sobre el nenúfar gigante.
«Somos optimistas, no queremos ver la situación como una agonía sino que es un bache del que saldremos con ayuda de todos», señala Patricia, responsable de los cursos y activades que se imparten en el jardín. Pese a que tan solo quedan dos personas en plantilla, la Fundación sigue ofertando un amplio abanico de actividades para que todos puedan disfrutar de sus jardines y, al mismo tiempo, obtener fondos con los que salir adelante.
Entre las iniciativas, además de los cursos y la venta de especies florales y árboles, se ha puesto en marcha una campaña para lograr «amigos» que por una cuota simbólica de 15 euros al año puedan disfrutar de los jardines. La cuota familiar anual es de 30 euros y la de empresas sería de 100 euros. También alquilan sus jardines para eventos de todo tipo, desde cumpleaños hasta bodas, y a partir de verano, como cada año, abren sus puertas para acoger a decenas de niños en sus campamentos estivales.
Tras la reducción del personal, son los voluntarios los que pueden ayudar a conservar en buenas condiciones los jardines por lo que también se abre la posibilidad a aquellos que quieran colaborar desinteresadamente en su mantenimiento. «Hay mucho trabajo, en el día a día, seguimos haciendo cosas y a la vez cuidando todo esto», indica la responsable de cursos.
Flea market
El próximo sábado, además, una nueva iniciativa se sumará a la oferta ya que se organizará por primera vez un Mercadillo en los jardines para el que ya hay confirmados 22 puestos de todo tipo. Será el sábado 2 de mayo, de 11 a 20 horas y la intención es celebrarlo una vez al mes. «»Será un Flea Market, un mercadillo diferente en el que vamos a tener bisutería y moda pero también productos de apicultura, comida especial, una crepería y por la tarde un teatro para los más pequeños», señaló Patricia, que confía en que el buen tiempo ayude para que los jardines puedan lucirse en todo su esplendor.
Hasta hace poco tiempo la entrada era gratuita pero ahora disfrutar del único jardín botánico de Vigo cuesta apenas dos euros, una cantidad que no se aplica a los mayores de 65 años ni a los menores de 10. Los «amigos» de la Fundación también están exentos de pagar.