El negocio del fuego en Galicia tiene un número de nueve cifras y figura detallado en los presupuestos de la Xunta. Los gallegos nos gastaremos este año un total de 102.935.210 euros en la lucha contra la plaga que este mes de agosto ha azotado principalmente los montes del sur de la provincia de Pontevedra.
Unas 8.000 hectáreas quemadas en apenas diez días, una parte importante en el municipio de Arbo (más de 1.500) y el resto repartido por toda la comunidad. La cicatriz que deja el fuego se puede percibir a simple vista con un paseo por los montes de Ventosela, Tenorio, O Viso, Soutomaior… Pero más allá de la inmensa catástrofe medioambiental que provocan las llamas, también existe un daño colateral.
Los incendios causan un perjuicio directo para las arcas públicas, un gasto de más 100 millones de euros al año que se convierte en un negocio que a muchos conviene que se mantenga. “Si en Galicia no hubiese incendios durante tres años, todo esto o gran parte desaparecería”, apunta Pablo García, portavoz de Agricultura del PSOE en el Parlamento de Galicia, antes de insistir en que falla la planificación para prevenir y evitar este gasto millonario.
En el presento curso, los presupuestos de la Xunta de Galicia recogen hasta 33 apuntes económicos destinados a prevención y extinción. Las partidas vienen detalladas dependiendo de la procedencia de los fondos y hacen referencia a los distintos programas de la Xunta.
De esta manera, el mayor gasto es para los convenios con los Concellos (16 millones), seguido de aprovechamientos forestales (11 mill.), mantenimiento de la superficie forestal (10 mill.), alquiler de helicópteros (9,75 mill.), prevención (8,3 mill.), silvicultura preventiva (5,1 mill.), daños (4,8 mill.) y dispositivo Xunta (4,7 mill.). Los menores corresponden a estudios, proyectos y valoración de masas forestales, que rondan entre los 150.000 y los 235.000 euros. (Informe completo en el documento adjunto al final del artículo).
Cada programa debería coincidir con una convocatoria pública, aunque eso no siempre es así. El dinero correspondiente al alquiler de medios aéreos son sin concurso público porque no hay ofertas, se hace por procedimiento negociado. “Es una barbaridad, pero se hace así porque no hay ofertas al ponerse de acuerdo las empresas para no presentarse. No es que sea un monopolio, hay alguna más pero no se pisan el terreno, no compiten, cada una actúa en un determinado territorio”, explica Pablo García.
El gasto de Galicia en los incendios se repite año tras año desde hace al menos tres décadas. “Detrás de todo esto hay muchos intereses económicos obviamente”, añade el diputado socialista.
El operativo montado para que no haya incendios y para extinguirlos se ha convertido en un gran negocio y Galicia sufre periódicamente una plaga que en ocasiones se dispara. En 1989 llegaron a arder un total de 200.000 hectáreas y más recientemente, en 2006, la catástrofe de los incendios afectó a 96.000 hectáreas.
“Si hubiese una buena planificación, prevención y ordenación del territorio, los incendios serían residuales y no nos podríamos gastar 100 millones todos el año”, explica Pablo García. El portavoz parlamentario considera que más que el número de fuegos, se podría reducir drásticamente su alcance, de forma que no afectasen a tanta superficie.
En cualquier caso, el diputado del PSOE descarta que exista una organización dedicada a la quema. “Nos gastamos todo este dinero durante los últimos 30 años porque es un tema sensible y porque hay incidencias, es un problema que tenemos. De ahí a decir que hay una trama, nunca lo creí”, asevera.
A tenor de la localización de los incendios este mes de agosto también parece descartable que influya la Ley de Montes que permite urbanizar en terrenos quemados. “En Galicia tiene poca incidencia, la presión urbanística sobre el monte es nula. Se urbaniza en determinas zonas, pero en Arbo, en Cualedro o en Trives no se va a urbanizar”, añade Pablo García en alusión a algunos de los incendios registrados este verano
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