Así, este pasado sábado la organización colaboró en la limpieza submarina como jornada conmemorativa del Día de los Océanos, que se conmemoró el pasado 8 de junio, organizada por la Asociación de Mariñeiros Artesanais de Deportivos «San Miguel» de Bouzas.
Cuatro buzos de Cemma participaron en el trabajo submarino y un equipo de monitores llevó a cabo diversos talleres de educación y sensibilización ambiental además de poner en marcha una Unidad de Recuperación de Fauna Marina para devolver al mar todos los seres vivos que llegan a tierra fijados a los residuos y entre los que se entontraron ascidias, mejillones, zamburiñas, ostras, cangrejos, espirógrafos, chocos, lapas, erizos e incluso algunos peces. Los organismos que se recuperaron vivos se devolvieron al mar.
Además, entre la basura recogida en el entorno de la ensenada de Bouzas se hallaron desde ruedas y cabos o utensilios de pesca hasta tuberías de hierro e incluso vallas.
Jornada del domingo 7
El pasado domingo, día 7, el equipo participó también en una jornada de Limpieza simultánea de playas organizada por la asociación ecologista gallega Adega en la que en una salida a bordo de la embarcación de Cemma, la «Toniña Un» se recogieron 15 kilos de basura.
En total, 138 residuos de los cuales el 70 por ciento son plásticos. Según relataron en su página de Facebook, en la Ría de Vigo se localiza un residuo cada 300 metros y cada dos minutos y medio de navegación. Además de inmortalizar la iniciativa tanto desde la embarcación como desde el mar, los trabajadores de Cemma fotografiaron a un grupo de delfines que los acompañó durante la travesía.
Bajo estas líneas, recorrido que realizó la embarcación «Toniño Un» durante la jornada del pasado domingo, con los puntos en los que se recogieron los 138 residous, en su inmensa mayoría plásticos (sobre todo bolsas).
Además de la limpieza de la Ría de Vigo, el equipo de la Coordinadora quiso también conmemorar el Día de los Océanos con unas imágenes de un tiburón peregrino que se grabaron en las Rías Baixas aunque en el otro extremo, en la Ría de Muros. Os lo dejamos bajo estas líneas.