Las asociaciones animalistas consideran que se está “consintiendo” la realización de “macrobatidas cuyo único objetivo es matar el mayor número de animales en el menor tiempo posible, considerando la caza como una práctica deportiva a pesar del inmenso rechazo social que despierta”.
Según advierten, las becadas, animales que no llegan a pesar más de 350 gramos, serán “reventadas literalmente para disfrute de los participantes, además del innegable impacto ambiental que tiene la munición empleada, de plomo, que ha recibido serias advertencias por parte de Europa, como la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas, cuyo último informe advierte de riesgos a los ecosistemas terrestres, ganado e incluso personas que consumen carne de animales tiroteados”.
En este sentido los animalistas señalan que esta clase de citas son un “negocio goloso” para los promotores, ya que cobran inscripciones que, en el caso de Mondariz, llegan a los 50 euros y acaban convirtiendo un supuesto campeonato “en una comilona que difícilmente tiene la justificación de alimentación deportiva”.