«Como exjugador, aficionado y socio del Celta, a mí me gustaría que el Celta se quedara siempre en Vigo, porque solo puedes relacionar a este club con esta ciudad. Y eso tiene que llevar a que el presidente y el alcalde lleguen a un acuerdo», dijo.
A pesar de que Mouriño aseguro que es «irreversible» la marcha de Vigo del Celta, Salgado espera que ambas instituciones limen sus diferencias. «Es difícil de entender que haya un problema tan grave a estas alturas y después de una temporada tan buena del equipo. Pero es un tema muy personal, muy político, en el que los socios y los aficionados no podemos hacer mucho», comentó.
Por otro lado, el exfutbolista espera que la afición celeste llene Balaídos este jueves en la ida de los cuartos de final de la Liga Europa ante el Genk. «El Celta y su afición merecen hacer historia, estar en una final y ganar un torneo. Y por qué no va a ser esta Liga Europa. Ya lo hizo el Sevilla durante varios años. El Celta tiene este año una gran oportunidad», explicó.
Por último, Míchel Salgado no cree que el Celta deba fiarse del Genk y espera que afronte la eliminatoria con humildad. «A lo mejor por nombre el Genk no parece un rival fuerte, pero es un club con historia en competiciones europeas; yo mismo jugué contra ellos con el Real Madrid en la Champions. Quiero ver al Celta en una final europea y ahora tenemos una buena oportunidad», finalizó.