El documento, que regirá los límites de visitantes en todas las islas durante la próxima década, tiene como novedad la implantación por primera vez de un cupo en Ons, de tal manera que todos los lugares contarán a partir de ahora con cifras máximas de acceso, tanto en la temporada alta como en la baja, con el objetivo principal y primordial de garantizar su conservación con el desarrollo de un turismo sostenible.
Así, la regulación del uso público en Cíes establece un máximo de 1.800 personas de visitantes diarios, a lo que se suma un máximo de 200 visitantes para grupos y un máximo de 600 campistas; en Ons, por primera vez, será de 1.300 personas al día, 200 para grupo y la zona de acampada estará limitada a 300 personas diarias; y Sálvora y Cortegada mantienen el cupo actual de grupos autorizados, 250 personas al día.
Otra novedad es la regulación de los aprovechamientos pesqueros y marisqueros, en consenso con el sector, para mantener las actividades que se venían desarrollando hasta el momento.
El plan rector estará acompañado por el desarrollo de un programa de actuaciones con ocho líneas de trabajo, centradas en la conservación de la biodiversidad y el paisaje, la investigación, el uso público, la conservación del patrimonio cultural, la mejora de la sostenibilidad y la calidad de vida, y la definición de un plan de emergencias, otro de autoprotección y uno de desarrollo sostenible. Un plan de acción que cada año implicará invertir 2,6 millones de euros.