El fútbol base, ese vivero donde se forjan no solo piernas rápidas sino caracteres enteros, da un paso adelante en Galicia con la adhesión del UD Santa Mariña a Save Football, la iniciativa pionera que certifica la calidad humana en el deporte formativo. Este club vigués, con una cantera legendaria que ha contado con jugadores como Iago Aspas, Brais Méndez, Gabri Veiga, Rubén Blanco o Jonathan Pereira, se convierte en el primero de la comunidad en lucir este sello, un distintivo que prioriza la educación emocional por encima de los goles. En una temporada que arranca con el compromiso de erradicar la violencia y el acoso en los campos, el Santa Mariña visibilizará el logo en sus camisetas, marcando un hito que podría contagiar a otros equipos gallegos.
Fundado en 1947 en la parroquia de Cabral, el Santa Mariña ha sido durante décadas un semillero de élite, con instalaciones en Cotogrande que han visto crecer a jugadores que hoy llenan portadas en Primera División. Su incorporación a Save Football no es casual: refleja una apuesta por un modelo donde el triunfo no se mide solo en victorias, sino en personas íntegras.
La cantera que ilumina el fútbol español
Pocas entidades gallegas presumen de un palmarés tan ilustre en la forja de talentos. De las categorías inferiores del Santa Mariña emergieron Iago Aspas, el eterno capitán del Celta que deslumbra con su zurda en Balaídos; Brais Méndez, el mediapunta de la Real Sociedad; Gabri Veiga, el joven prodigio que pasó del Porriño a la élite con un toque de seda; o Jonathan Pereira, el delantero que, tras brillar en Villarreal y Betis, regresa ahora como coordinador deportivo del club. Pereira, en particular, ha sido clave en esta adhesión, impulsando desde su rol una metodología que integra tecnología y datos para potenciar no solo el físico, sino el crecimiento integral de los chavales.
Esta cantera, que ha exportado jugadores a LaLiga y selecciones nacionales, ahora se alinea con una visión que trasciende el balón: «Queremos que el Santa Mariña no solo forme futbolistas, sino personas», resume Pereira en declaraciones recientes. Su legado, que incluye visitas a canteras como la del Villarreal para importar mejores prácticas, encuentra en Save Football un aliado perfecto para combatir la presión tóxica que a menudo nubla el desarrollo juvenil.

Save Football: el sello que humaniza el juego
Impulsada por el exfutbolista y coach Rubén Godoy, Save Football se posiciona como el primer certificado de calidad humana en el fútbol base español, un proyecto que ya suma más de 40 clubes adheridos y busca posicionar a España como referente mundial de cara al Mundial 2030. «Si el fútbol base se pudre, el fútbol entero se acaba», advierte Godoy, quien, tras años dirigiendo equipos juveniles, detectó la necesidad de reeducar entornos donde la crispación (gritos de padres, presiones de entrenadores) ahoga el disfrute infantil.
El sello acredita estándares rigurosos: formación emocional obligatoria para entrenadores y familias, protocolos antiacoso y antirracismo, y herramientas para fomentar empatía e inclusión. Alineado con la Ley Orgánica 8/2021 de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), ofrece talleres online y recursos prácticos que facilitan la labor de clubes, escuelas y tecnificaciones. En el Santa Mariña, estas medidas se implantarán de inmediato, trabajando con padres para reducir la toxicidad en las gradas y promoviendo un buen comportamiento que beneficie la salud mental de los menores.
El proyecto, respaldado por figuras como Míchel Sánchez (entrenador del Girona y embajador de la iniciativa), Vicente del Bosque y el experto en inteligencia emocional Víctor Küppers, impulsa además un estudio con universidades madrileñas para analizar y mitigar la crispación en los campos, una investigación que servirá de guía nacional. «La incorporación del Santa Mariña, cuna de futbolistas de talla internacional, demuestra que el cambio ha comenzado. Nuestro objetivo es reducir la toxicidad y construir una nueva cultura donde la formación humana sea tan importante como competir», enfatiza Godoy.
Un motor de cambio desde la base
Save Football no es un mero distintivo; es un compromiso que otorga ventajas competitivas a los clubes adheridos, como mejor valoración ante administraciones y patrocinadores, y apoyo económico por visibilización en camisetas. En un fútbol base con más de un millón de niños federados en España, esta iniciativa actúa como «motor de cambio», desde la niñez, para erradicar males que se perpetúan en el profesionalismo y la sociedad.
La adhesión del Santa Mariña, que ya colabora con proyectos como el de reforestación tras los incendios de 2017, posiciona a este modesto club como vanguardia de la transformación. En un deporte donde «tu hijo probablemente no será profesional, y no pasa nada», como reza el mantra de Godoy, el club vigués demuestra que el verdadero gol es formar personas.