La gran protagonista de la jornada fue Teresa Portela. A sus 34 años logró el objetivo con el que se presentó en Milán. En su semifinal demostró encontrarse en buen momento de forma. Realizó un registro de 40.154 por 40.208 que marcó Natalia Podolskaya, la única que amenazó su victoria. En la final que se disputará el domingo a partir de las 10.10 horas parte como una de las candidatas a lograr una medalla. Lo confirma el registro de las semifinales. De las nueve participantes, sólo Lisa Carrington, de Nueva Zelanda, hizo mejor tiempo.
Por su parte, Óscar Carrera y Rodrigo Germade, junto a Javier Hernánz e Íñigo Peña, tienen a su alcance la posibilidad de asegurar la presencia olímpica de España en el K-4 1.000 metros. Con superar a un rival europeo habrán cumplido su objetivo. Y parece asequible, ya que los españoles figuran como el cuarto mejor tiempo de todos los participantes.
En su semifinal solo se vieron superados por Portugal, otro de los grandes candidatos a lograr una medalla. La embarcación española transmitió buenas sensaciones y salvo una gran debacle se quedaría fuera de las plazas olímpicas. En el pasado Campeonato de Europa fueron terceros por detrás de la República Checa y Portugal.
En el K-4 1000 femenino, con Ana Varela como representante del Kayak Tudense, la regata no fue como esperaban. Los pronósticos las colocaban en la final, pero terminaron quintas en su semifinal. Un mal resultado que les llevará a remar la final B este domingo.
Rubén Millán y Gabriel Pavón se quedaron sin una plaza por menos de un segundo. Fueron novenos en el K-2 200 metros. Les quedó el amargo sabor de comprobar como el octavo puesto les daba el derecho a asegurar su presencia en los Juegos Olímpicos.
Los dos palistas del Kayak Tudense transmitieron buenas sensaciones en las rondas previas. Pero en el momento decisivo se atascaron. A pesar de que llegaron a ser quintos durante la prueba, lo que sería su puesto natural al final de la misma, no se encontraron cómodos. Les faltó el punto necesario para llevar a cabo su proyecto. Ambos reconocieron al final de la regata su impotencia por lograr una mejor clasificación.
“Que somos novenos del mundo”, dijo con energía Gabriel Pavón. “Ahora vamos a luchar por la plaza que queda libre y que se jugará en el preolímpico del próximo año”, añadió Rubén Millán. Ambos reconocieron que “no estuvimos finos. Fue un mal día en el momento más inoportuno”. Los dos se mostraron “decepcionados por estar tan cerca del objetivo. Nos faltó un pasito muy pequeño”. Gabriel Pavón explicó que “hemos hecho un buen trabajo. Nadie apostaba por nosotros hace cuatro meses cuando iniciamos este proyecto. Y este resultado nos da confianza para el futuro”. La juventud de ambos juega a su favor.
La jornada del sábado en el Campeonato del Mundo de Piragüismo también tuvo otros protagonistas. José Luis Bouza, del Kayak Tudense, y Adrián Sieiro, del Poio Pescamar, ganaron la final B del C-2 500 metros. Superaron por muy escaso margen a los macedonios Oleg Nuta y Pavel Rusu.
Diego Romero y Tono Campos, del Breogán de O Grove, terminaron en el cuarto lugar en el C-2 1.000 metros y también disputarán la final B. Tania Fernández fue sexta en la final a de K-2 500 metros con su compañera Miriam Vega. Carlos Arévalo y Cristian Toro ganaron la final B del K-2 200 metros. Por su parte, Adrián Sieiro disputará este domingo la final A en el C-1 500 metros a partir de las 11.11 horas.
Muchas de las miradas estarán puestas en Roi Rodríguez, que disputará la final del K-1 500 metros a partir de las 11.24 horas. El palista del Kayak Tudense es uno de los grandes favoritos para conquistar una medalla. Lo dicen los datos. Ha ganado las dos regatas que ha disputado hasta el momento y tiene el segundo mejor tiempo de todos los finalista. Solo es superado por el alemán Tom Liebscher.
Roi Rodríguez se ha presentado en Milán después de ser campeón del mundo sub-23 en K-1 y K-4 1.000 metros, una carta de presentación de gran importancia. Este es su debut en la categoría senior. Ayer, el deportista estuvo en el campo de regatas. Corrió y también remó en la misma pista donde este domingo puede volver al podio.
Ánimos
En Milán se encuentran un gran número de aficionados y familiares de los palistas del Kayak Tudense. Aunque no fue un buen día, no dudaron en recuperar los ánimos de Rubén Millán, Gabriel Pavón y Ana Varela. Estuvieron con ellos después de las regatas. Todos quedaron emplazados para continuar con el camino deportivo que se inició hace varios meses. Y además les dieron ánimos para afrontar el preolímpico del próximo año. Ellos parecen dispuestos a aceptar ese nuevo desafío.
Lleno
Las dos primeras jornadas del campeonato no registraron una gran afluencia de público. Quizás debido a que no había finales. Sin embargo, el recinto se llenó este sábado. Hubo dificultades para aparcar los vehículos en las numerosas zonas habilitadas y acudir al bar suponía una larga espera. Los aficionados son muy expertos en el mundo del piragüismo. Cada vez que se realizaba una salida de una regata guardaban un silencio absoluto. El ruido aparecía después de la primera palada.
Privilegios
La Federación Italiana de Piragüismo ejerce de anfitriona en este campeonato. Y lo hace con todas las consecuencias y privilegios. Dispone de un espacio reservado para recibir a las autoridades y también donde pueden ver las pruebas sus deportistas. Nadie puede entrar, ni siquiera con una acreditación oficial del campeonato. Son algunas de las ventajas de “jugar en casa”.
Frío, viento y calor
A los deportistas les afectan mucho las condiciones climatológicas. Y en la pista de Idroscalo la secuencia es tremenda. El cielo aparece cubierto de nubes a primera hora de la mañana y se siente frío. Después aparece el viento, en algunas ocasiones el gran enemigo de los palistas, y más tarde es el calor el protagonista. Mucho calor.