La sociedad que preside Rafael Tapias cumple así con una vieja demanda tanto de los deportistas federados como de los propios socios de la entidad, al dejar libre de actividad de sus jóvenes valores el gimnasio social y permitir que esas tres secciones de deportes olímpicos puedan también trabajar sin restricción de uso en una sala propia.
El club, inmerso en un proceso de modernización de sus instalaciones (construcción de nuevos pantalanes, reforma del Salón Noble y mejoras en el varadero, entre otras acciones), ha recuperado 70 metros cuadrados de la segunda planta de la piscina a fin de que sus tres equipos pueden realizar entrenamientos específicos de sala, dotándola del material necesario (bicicletas estáticas, pesas, espalderas…).
Años atrás la sala ya había sido utilizada para tal fin hasta que se montó un gimnasio en la primera planta que en los años 90 ejercía de restaurante. La segunda altura de la piscina llevaba años sin uso.
El club ha reformado el segundo nivel del edificio con personal propio (pintado, reparación de accesos, suelo e iluminación) y siguiendo la filosofía de racionalizar, reordenar y adecuar espacios para dar un mayor uso y rendimiento a sus instalaciones. El Real Club Náutico de Vigo cuenta con más de tres centenares de jóvenes deportistas entre las tres secciones usuarias de la piscina.