Jornada para recordar en la carrera del desierto. Por primera vez en toda la historia de la competición se disputaba una etapa entera sin señalización, lo que obligaba a todos los participantes a navegar con el GPS para encontrar los cuatro puntos de paso obligatorios antes de la meta. Pereiro fue uno de los más perjudicados. Entró en meta en el puesto 94 a 1 hora 53 minutos y 12 segundos del ganador. En la general, ha bajado hasta la 23ª posición.
El tramo inicial de dunas, de 2,8 kilómetros, fue espectacular. Más de 550 participantes se adentraron en el Erg Znaigui, un cordón de dunas donde muchos de los titanes tuvieron que cargar la bicicleta al hombro.
Trujillo y Pereiro tomaron la delantera en el grupo de favoritos, donde Tamayo y Silva se vigilaban e Ibon Zugasti cedía terreno en el CP3. Pero en esta etapa la navegación era vital y los primeros clasificados perdieron mucho tiempo para encontrar el CP4 -entre ellos a Pereiro-, lo que permitió a Enrique Morcillo y al holandés Ramses Bekkenk pasar primeros por este punto.
El corredor de Scott se marchó del holandés y entró en meta en solitario, escalando hasta el podio en la general, si bien el más beneficiado fue Tamayo, que a rueda de Juan Pedro Trujillo dio un golpe de autoridad y tiene media Titan Desert by Garmin en el bolsillo. Ahora lidera con más de 5 minutos sobre Zugasti.
“Sobre el papel es difícil que se me escape, tengo todo a favor para ganarla. Mantuve la sangre fría toda la carrera, he seguido todos los días al grupo del líder y me ha salido bien. La apuesta ha sido ganadora”, ha manifestado Tamayo, tercero en la etapa, por lo que además se ha beneficiado de la bonificación para los tres primeros en meta, 90, 60 y 30 segundos.
Después de tanto sufrimiento, todos anhelan ver este sábado en Maadid, en la última etapa de la Titan Desert by Garmin, de únicamente 65 kilómetros, y donde los supervivientes recibirán el fósil y el maillot que les acredita como ‘finisher’.