“Yo tengo un contrato firmado con unas circunstancias que el club y yo sabemos. Estoy muy ilusionado y centrado en conseguir lo máximo posible de este grupo hasta el final de temporada. Cuando acabe la temporada veremos dónde estamos, dónde hemos quedado, qué sensaciones hay y ese será el momento de decidir. Por lo menos, por mi parte. Y el club siempre me ha hecho saber que por su parte, también”, declaró en la previa del partido que puede suponer el último tren para Europa.
El técnico navarro confirmó sin ambages que su contrato por dos campañas es en realidad “uno más uno”, es decir, rescindible por ambas partes en junio. En anteriores ocasiones, en las que incluso se mostró molesto por el hecho de que se le preguntara por este tema, había deslizado que hoy en día los contratos se redactan con “vías de escape” pero había afirmado que su intención era “cumplir” su vínculo con el club vigués.
Este viernes su postura era diferente. Unzué se explayó sin tapujos y dejó claro que decidirá su continuidad al término de este curso. “Cuando llegue el final de temporada será el momento de hacer esa reflexión: ver cómo la hemos acabado más allá de que consigamos el objetivo o no, ver cómo lo hemos hecho hasta el último partido. Las notas nos las damos el veintitantos de mayo”
Esas notas dependerán de las sensaciones, de la forma en que se acabe la campaña. “Claro, cómo no me va a condicionar”, indicó. “En eso soy muy egoísta. Si estoy satisfecho con el trabajo, eso es clave”, apuntó.
A pesar de todo, aseguró encontrarse “a gusto” en el Celta y “con la sensación de que estamos dentro de las expectativas que teníamos al principio de la temporada”. Además, añadió que su forma de pensar le obliga a ser una persona agradecida y eso también podría influir en su decisión. “No olvidemos que el Celta me ha dado la oportunidad de entrenar en Primera División”, comentó.