En su segundo partido, Cardoso cambió de planes. El técnico dijo en la previa que la idea es innegociable, pero parece que los nombres no lo son. Maxi Gómez volvió a la titularidad y el tercer jugador de la tripleta de ataque fue Boufal, también suplente en Anoeta. Todavía más significativo fue el cambio en portería. Rubén le quitó el puesto a Sergio, indiscutible hasta el momento.
La primera parte del Celta no fue buena. De hecho, fue el Huesca el que mereció marcharse con ventaja al descanso. Por fortuna, apareció la calidad de A Madroa para adelantar al equipo vigués.
Durante los primeros minutos se vio a un Celta nervioso, un equipo que intentaba salir desde atrás, pero al que no le salían las cosas. Además, el ambiente en Balaídos se econtraba enrarecido. Al mínimo error afloraban los pitos.
El primer acercamiento con peligro lo tuvo el Huesca. Fue en el minuto 8, cuando Rivera, completamente solo en el área pequeña, cabeceó fuera un centro lateral. Solo cuatro minutos después, apareció Rubén para atajar un disparo a bocajarro de Moi Gómez.
Estas dos oportunidades del Huesca caldearon los ánimos en Balaídos y aparecieron los pitos. El Celta no carburaba y Iago Aspas apenas aparecía. El que sí que estaba teniendo protagonismo era Boufal, que tuvo la primera ocasión celeste. El franco-marroquí se escapó por banda derecha y acabó disparando a puerta. Jovanovic rechazó el lanzamiento.
Pasaban los minutos y el Celta seguía sin sentirse cómodo. Pero cuando peor pintaban las cosas, aparecieron Hugo Mallo, Brais y Aspas. El lateral de Marín se sumó al ataque y le lanzó una pared al centrocampista de Mos. Mallo llegó prácticamente hasta línea de fondo y envió el pase de la muerte a Aspas, que con el meta rival vencido, marcó a placer.
Este gol, al filo del descanso, le sentó bien a los de Cardoso, que iniciaron la segunda parte mucho más asentados sobre el terreno de juego. Eso sí, este control no se tradujo en ocasiones claras y el Huesca intentó cobrar protagonismo. El Celta, con el rival más atrevido, encontró espacios y corrió al contragolpe. En una de estas acciones, Brais probó a Jovanovic. El meta del conjunto aragonés, con una buena intervención, despejó su disparo.
En la recta final, cuando podían surgir las dudas, apareció Aspas para despejarlas. Hjulsager mandó un balón en largo y el moañés se midió en velocidad con Akapo. Le ganó la partida y se fue de él con una maniobra de fantasía en una acción en la que el jugador del Huesca se rompió. Aspas encaró al portero, hizo una bicicleta y con un disparo certero marcó el 2-0. Una obra de arte.
Poca historia hubo después de este precioso gol. El Huesca se rindió y el Celta sumó una importantísima victoria que le sirve para alejarse de los puestos de descenso.
Celta: Rubén; Hugo Mallo, Araujo, Costas, Juncà; Okay Yokuslu, Jozabed, Brais Méndez (Fran Beltrán, min. 75); Boufal (Hjulsager, min. 62), Maxi Gómez y Iago Aspas (Emre Mor, min. 87).
Huesca: Jovanovic; Miramón, Pulido, Etxeita, Akapo; Musto (Aguilera, min. 46), Moi Gómez, Gallar (Gürler, min. 46), Rivera; Ferreiro (Ávila, min. 62) y Cucho Hernández.
Goles: 1-0, min. 38: Iago Aspas; 2-0, min. 76: Iago Aspas.
Árbitro: Cordero Vega (colegio cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Boufal; y a los visitantes Cucho Hernández, Musto, Etxeita.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 14ª jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de Balaídos ante 13.463 espectadores.