Tucu Hernández no sabe marcar goles feos. O al menos no lo ha hecho todavía desde que llegó a Vigo. Sus tres tantos con el Celta han sido de bella factura. El de este sábado, además, fue tremendamente importante porque sirvió para sumar tres puntos y para que el conjunto celeste firme el mejor inicio en Primera de su larguísima historia.
Su primer gol lo marcó muy pronto, en su tercer partido y el primero como titular. El escenario fue el estadio Vicente Calderón. El céltico le ganó la partido a Godín y se inventó un remate imposible de espuela que desconcertó a todo el mundo, incluido el meta Moyá, que tuvo que limitarse a observar la trayectoria del balón.
Para su siguiente tanto hubo que esperar a la penúltima jornada de la pasada temporada. Fue en Mestalla ante el Valencia. No fue tan espectacular como el primero, pero sí muy meritorio. Tucu Hernández cabeceó prácticamente con la nuca un córner botado por Nolito. El balón encontró la escuadra (puedes verlo en este enlace).
Ya esta temporada, se ha estrenado con el espléndido gol de este sábado ante la Real Sociedad que hemos descrito antes.
A pesar de estos goles, Tucu Hernández cuenta con muchos detractores entre la afición del Celta. Llegó a Vigo de la mano de Berizzo en el verano de 2014 y desde entonces ha recibido pocos elogios. Ha tenido que escuchar que es el protegido del entrenador, que juega por decreto, e incluso ha sido silbado en Balaídos en más de una ocasión. La última, en el partido de esta temporada ante la UD Las Palmas. Estos pitos, además, generaron una encarnizada polémica.
Berizzo, a pesar de todo esto, no ha perdido su fe en él, aunque en muchas fases de la pasada temporada lo ha relegado al banquillo. Esta campaña es el décimo futbolista más utilizado. Sus números no son ni mucho menos tan espectaculares como los de la mayoría de sus compañeros del centro del campo y del ataque, pero Berizzo está satisfecho con el equilibrio que aporta al equipo, esos intangibles en los que casi nadie se fija.