A media tarde ha disminuido la intensidad de la lluvia, por lo que se espera que no haya mayores problemas para la disputa del encuentro. Aun así, a las 17:00 en las calles del entorno del estadio se formaron grandes charcos, con un palmo de agua sobre el asfalto. Los desagües y las alcantarillas no daban abasto tras la tromba de agua que finalmente acabó remitiendo.
La zona es proclive a sufrir inundaciones, por lo que en un primer momento se temió que la lluvia generara algún problema en los accesos al estadio. A dos horas para el inicio del partido la situación está prácticamente normalizada. No se espera que vuelva a llover con la misma intensidad en las próximas horas, pero si vuelve a caer otra tromba de agua podría complicar de nuevo la situación.
La crecida del Lagares a su paso por Portanet y Castrelos también provocó alguna pequeña inundación, como se puede apreciar en las imágenes que se acompañan a este texto.