“La máxima responsabilidad es mía”, ha reiterado antes de pedir “disculpas” y dar las gracias a una afición que está pidiendo ser recompensada mediante una rebaja del precio de los abonos. Sin embargo, a juzgar por las palabras del propietario del club, no parece que ese descenso de la anualidad se vaya a hacer realidad.
Tras ser preguntado de forma directa por el asunto, Mouriño ha alegado que “el socio que tiene que colaborar con el Celta del mismo modo que el Celta colabora con el socio”. Por si la pista no fuera suficiente ha destacado que el club sólo ingresa, de forma íntegra, 203 euros de media por carnet, una cifra que considera “barata” en comparación con el resto de equipos de Primera.
Aunque el coste en sí de la anualidad no bajará, se introducirán algunas fórmulas de descuento. En todo caso, la campaña de abonados se conocerá la semana que viene. “Siempre la hacemos pensando en el socio, lo que le pedimos al socio es que también piense en nosotros”, ha defendido.
Política de fichajes
Pero, si cabe, más que descuentos en los carnets, el celtismo pide un cambio en la forma de contratar jugadores para no pasar los apuros de esta campaña. Mouriño asegura haber tomado nota porque sabe dónde está el error. “Teníamos jugadores con gran técnica pero les faltaba físico y esfuerzo. Sabemos cuál ha sido parte del error y ese error se va a corregir”, ha anunciado. “Otra cosa –ha advertido- es acertar en los cambios”.
El presidente céltico también ha opinado que el equipo “no estuvo compensado” y se excusó en cierta manera haciendo extensiva la creencia de que la plantilla parecía buena al principio del curso: “Nosotros hicimos un equipo pensando, sobre el papel, que estábamos conformando un gran equipo. Una parte grande de la afición compartía con nosotros esas expectativas. Se demostró después que el equipo no funcionó”.
Además, volvió a señalar a los cantos de sirena que tenían algunos futbolistas. Según desveló, el último día del mercado de fichajes de invierno un jugador y su representante aseguraron al club que “iba a llegar una oferta y se iban a marchar”.