Miñambres se despidió en un frio acto en el que no estuvo presente ningún representante del Rayo Vallecano y en el que los símbolos distintivos del club madrileño fueron tapados. De hecho, la entidad ha emitido un comunicado en el que anuncia la marcha del director deportivo y en el que asegura que «se reserva el derecho a ejercer acciones legales» después de que este haya roto de forma unilateral su contrato.
«Dejo el Rayo. Al club se han dirigido equipos abiertamente hablándoles de mí, haciéndole saber que están interesados en mí y se lo han dicho al club y al presidente», dijo.
El leonés aseguró que no se va por dinero ni tampoco por el descenso del equipo a Segunda División. «No me voy porque tenga una oferta mejor. A veces es difícil de entender. Yo me fui del Tenerife teniendo contrato en vigor siendo director deportivo porque se iba a hacer una cosa que el presidente pensaba que estaba bien y yo que estaba mal. Me fui y me quedé sin trabajo hasta que me llamaron para entrenar al Hércules. No me muevo por el dinero ni por la categoría. El que me conoce sabe que es así. Hay equipos interesados en mí, pero esos equipos han hablado con el presidente y han llamado al club. Esa no es la situación que hace que me vaya», explicó Miñambres, que cuando fue cuestionado sobre su posible destino aseguró que «no quiero hablar del futuro».
A Miñambres le quedaba un año más de contrato con el Rayo y la intención del club era que lo cumpliese. Él, sin embargo, ha optado por rescindir de forma unilateral dicho contrato. Parece que se marcha por la puerta de atrás, pero Miñambres dice irse con la cabeza muy alta. «Yo sé cómo soy y por qué hago las cosas, con eso me vale. Y me puedo ir con la cabeza bien alta. Lo he dado todo desde que llegué y más en algunos momentos para que esto siguiese funcionando, para ayudar a la gente en todos los aspectos, no solo en el deportivo. A veces lo he conseguido y otras no, y me he equivocado fichando, pero lo he dado todo», aseguró.
El astorgano espera que al Rayo le vaya bien en su ausencia y cree que el club queda en buenas manos. «Yo soy una cabeza visible sobre un trabajo que hay detrás. Me ha tocado la gran suerte de defenderlo. Los clubes no se mantienen sobre las personas, se mantienen sobre otros cimientos. No me gusta moverme mucho, pero llegarán otras personas igual o mejor preparadas que nosotros. Los valores hacen que los cimientos sean fuertes y los cimientos del Rayo son fuertes», comentó y añadió que «considero que se acabó y ya está. Yo he sido muy feliz aquí. Lo que tenía que decir lo he dicho donde lo tenía que decir, a la persona que se lo tenía que decir».
Por último, reconoció que le hubiese gustado que se solucionase antes esta situación. «He esperado hasta el último día porque el Rayo me lo ha dicho. Yo hubiese preferido hacer esto antes, pero el club me lo pidió y no tuve ningún problema. Pero me hubiese gustado que fuese un poco antes», finalizó.