«Me gustaría una final Barça-Celta. Si la ganamos nosotros estaría muy contento y si la gana el Celta también me llevaría una alegría», reconoció el entrenador asturiano, que dirigió al conjunto celeste durante una temporada antes de la llegada de Eduardo Berizzo.
Antes de esta hipotética final, deben celebrarse las semifinales, cuyo sorteo tendrá lugar este viernes. Además del Celta y el Barcelona, también estarán en el bombo el Atlético de Madrid y el Alavés. Cuestionado sobre su rival preferido para esta ronda, Luis Enrique reconoció que, sobre el papel, el Atlético es el contrincante más duro, pero también señaló que el Celta es un equipo complicado, sobre todo después de haber eliminado al Real Madrid en cuartos de final.
«En teoría los grandes son Barça y Atlético, pero no pondría al Celta un escalón por debajo, y el Alavés está a gran nivel», destacó el entrenador asturiano. Recordemos que en sus dos últimas visitas a Balaídos, el Barça de Luis Enrique cayó goleado y encajó en ambas ocasiones cuatro goles.