«Nos gusta que la afición venga para animar y lo voy a decir, a mi los silbidos me tocan los huevos. Somos un grupo de chavales de casa y somos los primeros que queremos ganar», dijo Mallo, que preciso que los que pitan «son cuatro gatos».
El capitán señaló que la afición tiene que ser consciente de las limitaciones del Celta. «Hay que tener tranquilidad y valorar de dónde venimos y nuestro trabajo». Mallo también agradeció el apoyo a los aficionados que no pitaron este domingo. «Tenemos que dar las gracias a los que estuvieron animándonos. Lucharemos hasta el final, hoy no hemos sido capaces, pero somos el Celta», agregó.