Dos de los jugadores descartados por Eduardo Berizzo, Andreu Fontás y Gustavo Cabral, el lesionado Rubén Blanco y algunos miembros del cuerpo técnico, entre los que se encontraban el preparador físico Pablo Fernández, que estaba sancionado tras su expulsión de la pasada temporada en el partido ante el Athletic, y el psicólogo Joaquín Dosil, se sentaron sobre el cemento de la grada de Tribuna Alta para ver el mal debut liguero del Celta ante el Leganés.
Recordemos que Gustavo Cabral fue la gran ausencia de la lista de convocados. El central argentino estuvo castigado durante diez días por un acto de indisciplina y a pesar de que el sábado volvió a entrenar con el resto de sus compañeros, Berizzo decidió no contar con él para este primer partido de Liga. Por su parte, Andreu Fontás todavía no está al cien por cien tras una lesión en el tendón de aquiles que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante casi nueve meses. Rubén Blanco, con una lesión de rodilla, será baja en estas tres primeras jornadas de Liga.
Los abonados de Tribuna Alta tuvieron que ser recolocados en otras gradas y el palco también tuvo que cambiar su ubicación habitual. Carlos Mouriño, Abel Caballero, la presidenta del Leganés, María Victoria Pavón, y el resto de autoridades siguieron el encuentro desde la grada de Tribuna Baja, la antigua Preferencia, que este lunes abrió tras más de año y medio cerrada.