En dicha reunión estuvieron presentes el director general del Celta, Antonio Chaves, y el director de seguridad, Julio Vargas. Los peñistas que acudieron al encuentro le trasladaron en persona las quejas que ya habían vertido en el comunicado del martes, que se redactó a raíz del trato recibido en el partido ante el Villarreal por un histórico abonado celeste, que fue expulsado de Balaídos por portar una bufanda de Celtarras de los años 80.
Los representantes del club se mostraron comprensivos con estos aficionados, a la vez que les explicaron que la polémica política restrictiva referente a seguridad viene dictada por la Liga y que el Celta no tiene competencias en dicha cuestión. Aun así, se comprometieron a actuar para que mejore el trato que dispensa a los aficionados la empresa de seguridad que opera en Balaídos.
Recordemos que en el comunicado estas peñas se quejaban de «los controles abusivos en las puertas», «la prohibición de objetos y material neutral» y » los malos modos con niños, ancianos y discapacitados».
Los representantes de las peñas salieron moderadamente satisfechos de esta reunión y han decidido otorgar al club un margen para comprobar si sus reclamaciones son atendidas.
Tras este encuentro, también se ha decidido no convocar de manera oficial protesta alguna para el partido de este sábado ante la Real Sociedad. No obstante, algunas peñas ya se han desmarcado de esta postura y han anunciado que no cantarán el himno y no ondearán sus bufandas. Por tanto, el consenso que parecía existir cuando se redactó el comunicado se ha roto.
«El club siempre se ha mostrado respetuoso con sus aficionados»
Por su parte, Eduardo Berizzo también se refirió a esta polémica este viernes. El técnico dice respetar la decisión de los aficionados. «A veces, quedarse callado es una manera de decir lo que uno piensa, una manera de expresar algo que no gusta. Pero creo que el club siempre se ha mostrado respetuoso con sus aficionados y también se somete a normas que fija y regula la federación», explicó.
Berizzo cree que aunque finalmente se produzca alguna protesta, esta no afectará al respaldo al equipo. «La gente siempre ha estado con el equipo, ha jugado un papel muy importante y el cambio ambiental en Balaídos es una cosa notoria. Nuestra afición está viva, se mueve y se expresa, y generalmente empujando al equipo hacia delante. Mañana esperamos la misma reacción. La protesta no afectará al apoyo que el equipo tendrá luego», finalizó.