El Celta, de hecho, podría verse obligado a reubicar a abonados de la grada de Río en otras zonas del estadio. Y es que la UEFA exige 600 entradas en grada cubierta y en el club no confían en que el día 29 esté instalada ya la cubierta de Tribuna. «No tenemos muy claro todavía qué hacer. La UEFA pide unos requisitos que sabemos que vamos a cumplir, pero no sabemos cómo. Pide 600 entradas y tienen que ser cubiertas. Si la grada de Tribuna no tiene la cubierta puesta tendríamos que mover 600 abonados para cumplir en Río con los requerimientos de la UEFA», explicó.
Mouriño también propone otra alternativa: «Podemos poner una techumbre provisional en Tribuna y que cubra la parte cubierta que exige la UEFA». Al margen de estas localidades para el ente federativo, el Panathinaikos también ha pedido entradas. En principio, son 500, pero la cifra podría ascender hasta las 1.000.
Este, el de las 600 entradas en grada cubierta, no es el único requisito que no cumple Balaídos. «Los requerimientos son tremendos. Tenemos que solucionar un montón de problemas. Por ejemplo, hay que habilitar muchas plazas de estacionamiento que ahora no tenemos», señaló el presidente.
Mouriño lamenta que el Concello apenas ofrezca información sobre el curso de las obras. «Quiero que nos concreten las fechas para que cada aficionado sepa si tiene que cambiar su asiento. Pedimos que se diga a los aficionados qué es lo que hay y cómo vamos a solucionarlo entre todos», dijo.
De hecho, el presidente desconoce cuándo finalizarán las obras. «No tengo respuesta. Me puedo comprometer en lo que depende de nosotros. Me gustaría decirle a mis abonados lo que puede pasar. Nos gustaría hablar con ellos con claridad. El Concello debe decirle a los aficionados que lo calculamos para aquí, pero puede fallar. Yo no lo puedo decir porque la responsabilidad de la obra no es mía», apuntó.
Mouriño no es optimista y no cree que el estadio de Balaídos esté totalmente reformado a finales del año 2017, como prometió en su día Abel Caballero. «Yo en fechas no me meto, pero no creo que esas fechas se puedan alcanzar», explicó.
Eso sí, asegura que la colaboración con el Concello es sólida. «No estoy diciendo que no tengamos colaboración. Tenemos la máxima con el Concello. Pero nosotros no nos podemos comprometer en las fechas», señaló Mouriño, aunque reconoció que el retraso en las obras y la falta de información por parte del Concello está creando problemas al club con sus aficionados. «Del socio respondemos nosotros, del resto no. El abonado ha hecho un contrato con el Celta, que el Celta no puede cumplir por causas ajenas al club. Nosotros vendimos una grada cubierta que no está. Eso sí que es culpa nuestra y lo asumimos», recalcó.
La mejora de la luz, a cuenta del Celta
Una de las exigencias de la Liga es que mejore la iluminación de Balaídos. Pues bien, el Celta se ha comprometido a reforzar esta área. «El Celta, sin que le corresponda, va a reforzar la luz. Con un condicionante: quien nos pasa los requerimientos es una empresa externa. Esa luz la vamos a absorber nosotros, pero la certificación no es nuestra. La responsabilidad jamás será del Celta. El Celta va a hacer lo que le dice la empresa que debe hacer para cumplir. La empresa no depende de nosotros. La responsabilidad nunca será del Celta», dijo.
El proyecto de la nueva ciudad deportiva, parado
Mouriño tampoco se mostró muy optimista respecto a la construcción de la nueva ciudad deportiva. «Hemos decidido parar totalmente el proyecto. Somos luchadores, no dejamos nada a medias, pero el desgaste es muy grande y llega un momento en el que te cansas», dijo el presidente, que se volvió a quejar de las limitaciones de espacio en A Madroa: «Cada vez tenemos más problemas en A Madroa. Vamos a tener que invertir un montón de dinero en dos campos que no nos permiten crecer. No tenemos capacidad».