Girona y Celta protagonizaron un primer tiempo vibrante e igualado en el que el poderoso juego aéreo del conjunto local valió más que la genialidad de Aspas. Ambos equipos saltaron al campo con las ideas claras y con esquemas de juego muy parecidos. Mohamed repitió once por tercera jornada consecutiva y volvió a optar por el dibujo con tres centrales.
La apuesta parecía la acertada, ya que el Celta estaba ganando la batalla en el centro del campo al Girona. Pione Sisto bajaba a recibir como si de un interior se tratara y Fran Beltrán campaba a sus anchas escudado por Lobotka, el encargado del trabajo oscuro. Pero a pesar de la buena puesta en escena celeste, el Girona a punto estuvo de sorprender a los vigueses en su primer acercamiento al área. Borja García mandó un balón largo, Portu controló en el área, se revolvió y disparó a puerta. Afortunadamente, Sergio, muy atento, despejó con los pies el lanzamiento.
Este primer susto no varió los planes del Celta, que era el propietario del balón y cada vez se acercaba con más peligro al área rival. Pione Sisto y Maxi Gómez lo probaron desde la frontal, aunque sin acierto.
La réplica del Girona fue contundente. En el minuto 21, Aday se internó por la banda izquierda y envió el centro al área. Stuani tiró de todo su instinto para ganarle la partida a Néstor Araujo y conectar un testarazo pegado al palo al que no llegó Sergio. El equipo local se adelantaba cuando parecía que el Celta tenía el partido controlado.
Los de Mohamed trataron de reorganizarse y se fueron a por el empate. Tras unos primeros minutos de nervios, de nuevo se hicieron con el mando del encuentro y el gol no tardó en llegar. Aspas y Maxi combinaron en la frontal y el segundo cayó derribado. El árbitro señaló una falta que debía ser botada en un lugar perfecto para Aspas. Y el moañés no desaprovechó su oportunidad. Con una magistral rosca que pasó por encima de la barrera hizo el tanto del empate.
Desgraciadamente, la alegría duro poco. Y es que el juego aéreo del Girona volvió a desnivelar la balanza. Pione Sisto regaló inocentemente un córner y los locales lo aprovecharon. En el lanzamiento posterior, Pedro Alcalá, beneficiado por una sucesión de bloqueos, entró como un obús y cabeceó el balón a la red.
El Celta, a pesar de completar una primera parte interesante, se marchó al descanso en desventaja.
Mohamed decidió mover ficha y varió su esquema. Júnior Alonso se quedó en la caseta y entró en su lugar Boufal. La ausencia del paraguayo también trajo consigo el fin del esquema con tres centrales. El Celta pasó a jugar con un 4-2-3-1 con Roncaglia como lateral izquierdo.
La nueva idea parecía funcionar. El Celta estaba encerrando al Girona en su área. Sin embargo, correr riesgos y perder efectivos en defensa le pasó factura a los celestes. En el minuto 55, el cuadro local se aprovechó de una pérdida de Roncaglia para trenzar una perfecta contra que finalizó Stuani. El partido se le ponía muy cuesta arriba a los vigueses.
Al Celta le faltaba profundidad. Tocaba en las inmediaciones del área, pero no conseguía finalizar las jugadas. Para ganar en remate, Mohamed decidió sentar a Pione Sisto y dar entrada al delantero del filial Dennis Eckert. Atrás, por otro lado, los celestes seguían dando demasiadas facilidades al Girona.
Los minutos pasaban y el Celta no daba la impresión de poder levantar el marcador en contra. Su dominio era inane. No llegaba a inquietar a Bono a pesar de contar con muchos futbolistas por delante del balón. Hasta el minuto 86, cuando Lobotka llegó hasta línea de fondo, centró atrás y Boufal enganchó el balón para batir al portero local con un disparo raso y ajustado. El tanto garantizaba que habría emoción hasta el final.
Maxi Gómez tuvo en su cabeza el empate, pero su testarazo fue muy centrado y el balón acabó llegando mansamente a las manos de Bono. El Girona, por su parte, se afanaba en perder tiempo. En el descuento, Cabral vio la segunda amarilla y los célticos se quedaron con diez. El árbitro señaló el final en el 96 y el Celta encajó en Montilivi la primera derrota de la temporada.
Girona: Bono; Porro, Bernardo, Alcalá, Juanpe, Aday (Muniesa, min. 83); Douglas, Granell; Borja García (Patrick Roberts, min. 66), Portu (Aleix García, min. 87) y Stuani.
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Roncaglia, Cabral, Néstor Araujo, Júnior Alonso (Boufal, min. 46); Fran Beltrán (Brais Méndez, min. 74), Lobotka; Iago Aspas, Pione Sisto (Dennis Eckert, min. 65) y Maxi Gómez.
Goles: 1-0, min. 21: Stuani; 1-1, min. 33: Iago Aspas; 2-1, min. 36: Alcalá; 3-1, min. 55: Stuani; 3-2, min. 86: Boufal.
Árbitro: Alberola Rojas (colegio castallano-manchego). Mostró tarjetas amarillas al local Douglas y al visitante Fran Beltrán. Expulsó por doble amarilla a Cabral en el minuto 92.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 4ª jornada de Primera División disputado en el estadio de Montilivi ante 9.489 espectadores.