Sin embargo, la mañana más feliz de Iago Aspas pudo verse empañada por una polémica. Siempre que juega un derbi, el delantero es observado con lupa. Cada gesto suyo es analizado al milímetro y en esta ocasión no gustó la celebración de sus goles. Ambos los marcó en la portería de Gol, en el lado del campo en el que se encontraba la afición del Deportivo (estaba ubicada en el extremo de Río Alto), y Aspas, nada más marcar sus goles, se dirigió hacia esa esquina y señaló el escudo de su camiseta.
Algunos han entendido este gesto como una provocación. No obstante, suele ser bastante habitual verlo en los estadios de fútbol. Sin ir más lejos, el actual jugador del Arsenal Lucas Pérez hizo algo similar en el derbi de la pasada temporada disputado en Riazor. En aquel momento, la celebración del ahora exdeportivista fue obviada o tratada como una simple anécdota.
El gesto de Aspas, sin embargo, sí que ha causado revuelo. Incluso un periódico coruñés pidió a través de su cuenta de Twitter que el moañés fuese sancionado. Ante tal polémica, el propio futbolista se refirió al asunto intentando darlo por zanjado. «Si alguien se ha sentido ofendido, pido disculpas. Me ha cuadrado estar ahí, como en muchos otros partidos. Y a veces estás a 180 pulsaciones. Yo intento buscar la victoria de mi equipo, la emoción de mi gente, de mi afición. No hay que darle más bombo a eso», dijo Aspas en la zona mixta.
Berizzo también se refirió al asunto cuando se le preguntó por ello en rueda de prensa. «Si hubiese ofendido, las disculpas correspondientes», dijo el entrenador buscando el clima de concordia.
La relación de Aspas con el Deportivo siempre fue conflictiva. El delantero incluso alimentó en su día estas desavenencias con alguna declaración fuera de todo. Pero ahora, a pesar de que continua siendo un jugador pasional, es mucho más maduro y está más pendiente de lo que sucede en el terreno de juego de lo que se dice fuera de él. Este domingo se sacó una espina que tenía clavada desde el derbi de 2013, cuando fue expulsado por propinarle un cabezazo a Marchena. Aspas ya no tiene cuentas pendientes.