En su escrito, la Liga cree que los gritos proferidos desde la grada, que hacían alusión a su pasado vinculado al club vigués y a la ciudad olívica, incitan a la violencia en el deporte y vulneran el Código Disciplinario.
Concretamente, esta conducta considerada inapropiada se produjo en el minuto 71, cuando Rafinha saltó al campo en sustitución de Busquets. En ese momento “aproximadamente unos 300 aficionados locales”, según reza la denuncia, ubicados en el Fondo Maratón Inferior, situados tras la portería y sobre una pancarta con fondo negro y letras blancas con la inscripción Riazor Blues cantaron al jugador culé, de forma coral y coordinada, durante aproximadamente diez segundos: “Tú vigués, puto portugués”.
Esta acción, en función de lo que decida la Comisión Antiviolencia, puede accarrear una sanción económica a la entidad herculina.