Wass, que se reincorporó este jueves al trabajo con el Celta, comenzó la rueda de prensa quejándose de la poca confianza que ha mostrado en él el nuevo seleccionador danés -no es para menos, en los últimos días recorrió casi 7.000 kilómetros para no jugar ni un minuto con Dinamarca-, pero el tono amargo desapareció cuando comenzó a hablar del Celta y del derbi de este sábado.
Para cerrar su intervención, un periodista le preguntó que cómo se hacía para jugar tantos minutos y solo haber recibido una tarjeta amarilla. A Wass, que todavía no se atreve a hablar en castellano ante la prensa pero que ya no necesita de traductor para entender las preguntas, se le dibujó una sonrisa en el rostro cuando escuchó el dato. «Le doy al balón en vez de al jugador. Esa es la diferencia. O tal vez porque soy muy bueno con el árbitro. No lo sé», bromeó el futbolista.
Wass está destacando esta campaña, además de por su calidad, por su polivalencia y su generoso esfuerzo físico. Es clave en el ataque celeste, pero también es una parte muy importante en el engranaje defensivo, por lo que llama más la atención que solo haya visto una amarilla esta campaña.
El danés es el 45º jugador de campo de Primera que más minutos ha disputado en lo que va de temporada. Entre los 50 primeros futbolistas de esta lista, no hay ningún otro que haya recibido tan pocas tarjetas como el céltico. Wass es único en su especie. Le siguen en esta particular clasificación de juego limpio siete futbolistas: los madridistas Kross y Cristiano Ronaldo, el sportinguista Luis Hernández, el atlético Koke, el bético Rubén Castro y el deportivista Fajr, que han visto dos amarillas en lo que va de temporada.