Rodilla es un histórico jugador del equipo vigués salido de la cantera, que defendió la camiseta celeste entre los años 1969 y 1976. Se formó en el equipo juvenil y tras militar en el Gran Peña, filial céltico por aquel entonces, y en el Langreo en calidad de cedido, donde logró el ascenso de categoría a Segunda División, ingresó en el primer equipo celeste, donde actuaba como delantero. Además, formó parte del primer Celta europeo y llegó a debutar con la selección española. Desde hace veinte años es directivo de la Agrupación de Veteranos del Celta.
Por su parte, María José Táboas desarrolló su carrera profesional en la factoría viguesa de Citroën, donde entró como auxiliar administrativa con 18 años. En sus inicios en la empresa, compaginó su labor profesional y familiar con los estudios y, poco a poco, fue subiendo peldaños hasta asumir el cargo de Relaciones Exteriores e Institucionales y convertirse en la primera mujer en formar parte del equipo de dirección de PSA Peugeot Citroën, que patrocinó al Celta durante décadas.
Táboas, que siempre ha estado vinculada al deporte y mantenía una estrecha relación con los representantes del club, que incluso le rindieron un homenaje, se jubiló en 2017 tras una vida dedicada a la planta automoción viguesa. Ese mismo año se convirtió en vicepresidenta del Celta de baloncesto femenino, que se verá así representado en la directiva del club.
Fernando Rodilla y María Jose Táboas se unirán, una vez aprobada su incorporación, a un consejo formado por los vicepresidentes Ricardo Barros y Pedro Posada y los consejeros Carmen Avendaño y Primitivo Ferro.