Hace 15 años que el Celta no llega tan lejos en la Copa del Rey. La mayoría de los componentes de la actual plantilla céltica eran unos niños cuando aquello sucedió. El recuerdo de esa temporada, sin embargo, sigue fresco en la memoria de la afición celeste y también en la de su entrenador.
Eduardo Berizzo había llegado al Celta en enero de 2001 y desde el principio, a pesar de una pifia en su estreno en Liga, se convirtió en una pieza clave para Víctor Fernández. Llegó el mes de junio y el conjunto celeste tenía ante sí una oportunidad para olvidar el disgusto copero de siete años antes. En semifinales de la Copa le esperaba un rival complicado, el Barcelona de Carlos Rexach, que le había apeado de la Copa de la UEFA solo tres meses antes.
El Celta pudo cobrarse venganza. Los vigueses encarrilaron la eliminatoria en la ida (3-1), que se disputó en Balaídos, a pesar de comenzar perdiendo. Simao adelantó al Barcelona en el minuto 6. Hubo que esperar a la segunda parte para ver los goles célticos. El primero, que llegó en el 48, fue obra de Berizzo. Mostovoi sacó una falta en corto y el ahora entrenador celeste envió el balón a la red con un potente zurdazo desde la frontal que llegó a rozar Reina, el meta de los culés. Solo tres minutos después Mostovoi hizo el segundo. Cerró la cuenta Jesuli, que había entrado desde el banquillo.
En el partido de vuelta, que se jugó solo tres días después, Berizzo le aguó la fiesta al Barcelona, que soñaba con la remontada en un encuentro muy emotivo, ya que significaba la despedida de Pep Guardiola. En el minuto 2, el argentino hizo el 0-1 al aprovecharse de un lanzamiento de falta de Mostovoi. Solo dos minutos después, Kluivert empató. Tras este inicio trepidante, el partido se enfrió y el Celta logró mantener la renta de la ida y clasificarse para la final.
Como todos sabemos, la historia no tuvo final feliz, ya que el 30 de junio el Celta perdió su tercera final de Copa y la segunda consecutiva ante el Zaragoza, a pesar de que en esta ocasión era el favorito. Ahora como entrenador, Berizzo puede conseguir lo que no logró como jugador.