De hecho, el propio club comunicó a través de su cuenta de Twitter al descanso del duelo de Getafe que Marcelo sería baja por esta enfermedad. La sorpresa fue mayúscula cuando el chileno saltó a calentar en la segunda parte y cuando en el minuto 85 entró en el campo en sustitución de Iago Aspas.
Como reconocía Sergio Álvarez tras el encuentro, Marcelo Díaz no lo pasó nada bien este sábado en Madrid. Su estómago le jugó una mala pasada y tras el almuerzo incluso vomitó en más de una ocasión. Todo hacía indicar que no estaría disponible para medirse al Getafe y que Berizzo solo podría contar con 17 jugadores en este partido, ya que era demasiado tarde para que un futbolista del filial se desplazase a la capital y ocupase su hueco.
Sin embargo, Marcelo sacó fuerzas de flaqueza y no solo ocupó una plaza en el banquillo, sino que también saltó al césped en los últimos minutos para aportar su granito de arena e impedir que se escaparan los tres puntos.
El chileno es un ejemplo de esfuerzo. Recordemos que se lesionó a finales de diciembre, cuando todavía militaba en el Hamburgo. El primer diagnóstico señaló que estaría alejado de los terrenos de juego casi tres meses. Pero a base de trabajo logró reducir estos plazos y debutó con el Celta en el partido de Copa del Rey ante el Sevilla del 4 de febrero, más de un mes antes de lo que estaba previsto.
Marcelo Díaz no está totalmente recuperado de su lesión en el aductor del muslo izquierdo. Ha jugado con molestias y, según sus propias palabras, se encuentra físicamente al 60 o 70%. De hecho, esta semana sufrió una elongación en la misma zona que le hizo ser duda para el partido de Getafe. Berizzo ya anunció el viernes que iba a dosificar al centrocampista y que posiblemente no sería titular en el Alfonso Pérez. La gastroenteritis se sumó entonces a estos problemas musculares, pero aun así jugó los últimos cinco minutos.
Se espera que Marcelo Díaz esté ya totalmente recuperado de cara al partido del próximo miércoles ante el Villarreal. La baja de Tucu Hernández, que se perderá el choque al ver la décima amarilla de la temporada en Getafe, hace más necesaria su presencia.
Hace poco más de un mes que el chileno llegó a Vigo, pero parece que lleva aquí toda la vida. Se ha integrado a la perfección tanto al equipo como a la ciudad. En los pocos minutos que ha jugado, además, se ha ganado el respeto y la admiración de la afición. Marcelo Díaz, gracias a su marcada personalidad, se ha convertido en el sustituto perfecto para Augusto Fernández tanto sobre el césped como en el vestuario. De hecho, Carlos Mouriño se atrevió a decir el pasado martes que el Celta ha ganado con el cambio.